Los menores víctimas de José Ángel S. S., el joven de 31 años acusado de abusos sexuales a casi un centenar de niños entre 2015 y 2018, han rememorado en el juicio los hechos traumáticos que vivieron, delitos contra la libertad sexual que han ratificado de forma «muy contundente» ante el tribunal.
«Las familias están aterradas», ha comentado a su llegada a la Audiencia Provincial de Madrid una de las abogadas que defiende a la familia de un menor con una minusvalía de un 36% que sufrió abusos cuando tenía 14 años. En este caso, la familia pide un agravante al tratarse de un menor con especial protección.
Las víctimas han declarado a través de lo que se conoce como un circuito cerrado por videconferencia en una sala anexa a la que se celebra la vista oral para ratificar los delitos que sufrieron a manos del pederasta.
En solo uno de los casos, en el del menor con la minusvalía, la declaración ha quedado recogida como prueba preconstituida, lo que permite que el testimonio que se recogió en instrucción sea válido en el juicio. Su madre ha sido la encargada de exponer los hechos ante el tribunal.
El total han comparecido cuatro menores, uno de ellos defendido por el fiscal. También han declarado los padres de las víctimas en la propia sala y a escasos metros del agresor sexual de sus hijos.
Uno de los abogados de la acusación particular, el letrado Santiago Seijas, ha destacado tras concluir la sesión que los chavales han declarado de forma «muy contundente» y dejando las cosas «muy claras».
LOS CAPTABA POR INSTAGRAM
El pederasta cometió los abusos sexuales entre noviembre de 2015 y septiembre de 2018. A través de redes sociales como Instagram, contactaba con menores de 16 años con la intención de mantener contactos sexuales de distinta naturaleza con los mismos.
En su declaración, confesó el pasado lunes los hechos pero en algunos casos con «algunos matices» sin reconocer del todo encuentros sexuales como es el caso del menor con una minusvalía.
El pederasta se enfrenta a más de 250 delitos de doce tipos distintos de pornografía infantil, abusos sexuales, ciberacoso y corrupción de menores, entre otros. Todas las víctimas eran niños de menos de 16 años.
El fiscal solicita al depredador sexual una pena de 1.324 años de cárcel pero el cumplimiento efectivo serían 30 años. Sin embargo, la condena quedaría reducida a 20 años con la aplicación de atenuantes y el reconocimiento de los delitos, según han indicado fuentes jurídicas.
DOBLE VICTIMIZACIÓN
Los afectados han tenido que rememorar en su declaración los hechos vividos, sufriendo lo que se denomina doble victimizacion al sumar a su dolor el sufrimiento que le pueda causar recordar lo vivido para dar testimonio de ello.
De hecho, una de las abogadas ha comentado que tras la sesión muchos de los menores tendrán que retomar el tratamiento psicológico seguido años atrás al «removerles» la declaración otra vez todo lo sufrido.
Pese a que el acusado declaró el pasado lunes, su defensa ha solicitado que declare de nuevo para que detalle algunos matices respecto a hechos que no reconoce del todo. El tribunal tiene aún que deliberar esta petición.
