Las declaraciones de la ex asesora de Podemos Dina Bousselham, su pareja y el ex jefe de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía Nacional Eugenio Pino, las últimas diligencias pendientes de esta pieza separada del ‘caso Villarejo’ donde se investiga el recorrido que tuvo la tarjeta telefónica de Bousselham desde que le robaron el móvil en 2015 hasta que volvió a sus manos, tendrán lugar a principios de marzo, según fuentes jurídicas.
El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, Manuel García-Castellón, puso fin a la instrucción de la denominada pieza ‘Dina’ el pasado 29 de enero, al considerar que estaba agotada después de varios años de investigación.
Tomó esta decisión tras recibir un informe de la Policía Científica que certifica que la mini SD presentaba daños irreparables, por lo que ha sido imposible conocer su contenido y, por tanto, quién fue la última persona que tuvo acceso a la misma y cómo acabó inservible.
Sin embargo, aún quedan por practicar unas diligencias ya acordadas por mandato de la Sala de lo Penal: las comparecencias de Bousselham, su pareja y el exDAO. La sede judicial estaba esperando a dicho informe para poner fecha a estas declaraciones, que previsiblemente se señalarán a principios de marzo.
El ex vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y su ex asesora han presentado sendos recursos en los que instan al magistrado a seguir investigando para averiguar si el robo del teléfono móvil fue un «encargo» al comisario José Manuel Villarejo al estilo de ‘Kitchen’.
Bousselham apuntó que podría tratarse de un encargo realizado «por miembros del Gobierno o del Ministerio del Interior, o de la DAO (…) con el objeto de perjudicar al señor Iglesias».
En este contexto, el antiguo líder de Podemos señaló como clave la declaración de Pino, ya que entiende que podría arrojar luz sobre si existió o no «una investigación policial regular o irregular» en torno a la tarjeta telefónica de Bousselham.
EL ORIGEN DE ‘DINA’
Los hechos investigados se remontan a noviembre de 2015, cuando a la pareja de Bousselham le robaron el abrigo mientras estaban en el IKEA de Alcorcón con el teléfono móvil de ella dentro.
Justo dos años más tarde de ese robo, en noviembre de 2017, aparecieron en el domicilio de Villarejo un disco duro y dos memorias USB en los que se almacenaban unas carpetas denominadas ‘DINA 2’ y ‘DINA 3’, que contenían archivos procedentes de la mini SD del móvil sustraído a Bousselham.
En 2019, se creó una pieza separada dentro de la macrocausa sobre Villarejo (‘Tándem’) para indagar en este suceso. En 2020, García-Castellón procesó al comisario y a dos periodistas por presuntos delitos de descubrimiento y revelación de secretos.
Asimismo, elevó una exposición razonada al Tribunal Supremo (TS) para investigar a Iglesias –aforado en ese momento– por descubrimiento y revelación de secretos, con agravante de género, daños informáticos y acusación o denuncia falsa y/o simulación del delito, pero el TS lo rechazó y le encomendó seguir indagando.
El juez cree que la «única explicación posible» para los daños sufridos por la mini SD es que se provocaran cuando estaba en poder del ex dirigente ‘morado’, a quien llegó, tras pasar de mano en mano, y meses después de recibirla se la devolvió a su legítima dueña.
En sus recursos, Iglesias y Bousselham reprochan al magistrado que se haya centrado en el análisis de la tarjeta telefónica, solicitando que, «descartadas ya las hipótesis imposibles e improbables», investigue ahora las que estiman más probables y que pasarían por un supuesto encargo a Villarejo.