La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) ha solicitado al Ministerio de Educación y Formación Profesional, que dirige Pilar Alegría, un «compromiso real» con una educación bilingüe en lengua de signos «de calidad».
Aunque la entidad aplaude que el Real Decreto 95/2022 de 1 de febrero por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil, visibilice en su articulado la lengua de signos como parte de la oferta educativa, considera que es «insuficiente».
«Su inclusión como lengua vehicular y de comunicación en edades tempranas en la etapa de Infantil requiere la presencia de profesorado competente en la materia, de cotutores y cotutoras, y de profesionales sordos especialistas en lengua de signos», ha precisado la CNSE.
La presidenta de la CNSE, Concha Díaz, ha denunciado que se está «negando de forma sistemática» a las niñas y niños sordos el derecho a contar con referentes adultos sordos que contribuyan a la correcta transmisión y adquisición de esta lengua, y a la construcción de una imagen positiva de sí mismos.
«Actualmente en España, pocas familias son tan afortunadas como para poder elegir una educación realmente inclusiva para sus hijas e hijos sordos», ha lamentado.
Asimismo, ha advertido de que no existe «una normativa estatal de referencia que garantice unos mínimos comunes para todas las comunidades autónomas»; ni «una red de centros bilingües que garanticen el uso y el estudio de la lengua de signos y que cuenten con profesorado sordo».
Además, ha indicado que, en la enseñanza secundaria y universitaria, «cada vez son más» los estudiantes sordos, padres y madres que denuncian «la escasez o ausencia de intérpretes en los centros en los que cursan sus estudios».
En este sentido, la presidenta de la CNSE ha instado a las administraciones educativas a «ir más allá» en cuanto a dicha ordenación se refiere, y «regular el qué, el cómo, el cuándo y el dónde incorporar la lengua signada en cada una de las etapas educativas» de manera que el alumnado sordo pueda compartir entornos de aprendizaje en lengua de signos con otras niñas, niños, jóvenes y adultos sordos.
«Es tarea del Estado regular las condiciones para garantizar el aprendizaje, conocimiento y uso de la lengua de signos en condiciones de igualdad, así como los requisitos de una educación bilingüe que contemple la lengua de signos en el acceso a los contenidos curriculares», ha zanjado.