El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) ha alertado que las personas que viven con el subtipo de VIH recientemente revelado experimentan el doble de la tasa de disminución del sistema inmunitario (recuento de CD4), tienen cargas virales de VIH más altas (cantidad de virus en la sangre) y son vulnerables a desarrollar SIDA de dos a tres veces más rápido tras el diagnóstico.
Por ello, urge a detener esta pandemia y llegar a todos los ciudadanos con pruebas y tratamientos. Recientemente, un estudio dirigido por investigadores del Big Data Institute de la Universidad de Oxford, ha sido el primero en descubrir el subtipo B del virus, el cual reveló que la variante ha estado circulando en los Países Bajos durante años y sigue siendo receptiva al tratamiento del VIH.
En este ONUSIDA, remarca que la enfermedad continúa cobrando una vida cada minuto y los científicos se han preocupado durante mucho tiempo por la evolución de nuevas variantes del VIH más transmisibles. Esta variante recientemente identificada no representa una amenaza importante para la salud pública.
«Diez millones de personas que viven con el VIH en todo el mundo aún no están en tratamiento, lo que alimenta la propagación continua del virus y la posibilidad de nuevas variantes. Necesitamos urgentemente implementar servicios médicos de vanguardia, innovaciones de manera que lleguen a las comunidades más necesitadas. Ya sea que se trate del tratamiento del VIH o de las vacunas contra la COVID-19, las desigualdades en el acceso están perpetuando las pandemias de formas que nos perjudican a todos», ha comentado el director ejecutivo de ONUSIDA, Eamonn Murphy.
Por último, la organización recuerda que el VIH es la pandemia más mortífera de la actualidad, ya que se estima que 79 millones de personas se han infectado con el virus, para el cual aún no existe vacuna ni cura, unos 36 millones de personas han muerto a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA desde el comienzo de la pandemia y 1,5 millones de personas se infectaron por primera vez con el VIH en 2020.
De los 38 millones de personas que viven con el VIH en la actualidad, 28 millones reciben terapia antirretroviral que les salva la vida, manteniendo viviéndolos sanos y salvos y previniendo la transmisión del virus.