Las estrategias digitales son la mezcla de herramientas y canales de comunicación focalizadas en las plataformas 2.0. En el caso de que un trabajo de marketing deba considerarse una estrategia digital, se han de definir objetivos e involucrar a todos esos canales en un mismo contenido.
Todos deben tener el mismo discurso, aunque usen códigos distintos.
Uno de los graves problemas que se encuentra en muchos intentos de mercadeo digital es la falta de coherencia del discurso en los distintos canales. Las empresas suelen incurrir en el error de separar las estrategias en función de los canales y las plataformas, provocando una proyección errática, una imagen confusa.
Es importante tener una estrategia digital clara
Cuando se logra implementar una buena estrategia digital los negocios de la marca responden de manera positiva incrementando sus transacciones. Para lograrlo, deben existir unos objetivos claros desde el principio y definir si lo que se busca son conversiones, fidelidad de marca o posicionamiento.
La mayoría de las empresas quieren incrementar su facturación, afirma Joel Bucio, CEO de la agencia de marketing digital Goose & Hooper. Una vez que se tienen claros los objetivos, el equipo de marketing debe analizar cómo hacer eso realidad, identificando los valores que se quieren proyectar para identificar la marca y que logre una mayor empatía con su audiencia. Una de las mayores facilidades que presta una estrategia digital es la segmentación. En consecuencia, se debe mantener siempre la misma idea, pero a cada audiencia hay que transmitírselo de una forma adecuada a sus gustos.
Las estrategias digitales son medibles, no dejan espacio para la subjetividad. A través del monitoreo permanente, se puede evaluar el comportamiento de la estrategia y si se encuentran fallos en la recepción del mensaje, se introducen los cambios de ruta que exijan las reacciones de las audiencias. Todo se puede medir en tiempo real, afirma Bucio.
Mejores resultados con menos recursos
Con la segmentación del mercado se logra una comunicación más fluida y personalizada con los integrantes del público objetivo. Eso permite a la empresa conocer mejor a su audiencia y diseñar mensajes amoldados a sus necesidades, además de conseguir mayor empatía y, por ende, una mejor respuesta de ese público.
La estrategia digital logra posicionar a la marca con base en la publicación de contenido de valor. Esto genera más leads, lo cual a su vez se traduce en nuevos clientes. Por otro lado, también mejora la visibilidad de la marca en medios digitales, contribuyendo así a mejorar su percepción en el entorno. Esto último permite conseguir clientes más leales que permanecerán con la marca más allá de la compra.
Finalmente, una buena estrategia digital da la posibilidad a la empresa que está invirtiendo el dinero de ahorrar muchos recursos. Las estrategias digitales se están imponiendo sobre las campañas offline, lo cual ha inclinado el gasto publicitario en plataformas digitales por encima de los medios tradicionales. Son estrategias que llegan directamente a quien le es útil la información.