El nuevo embajador en Japón y el funcionario más rico de España pierde un 22% de su patrimonio

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha finiquitado la agenda de su antecesora en el cargo, Arancha González Laya. No obstante, ha mantenido la estrategia en el exterior, pero con nuevos embajadores. De hecho, antes de fin de año, hasta 30 embajadores debían demostrar sus credenciales para ocupar el cargo. Un trámite obligado y ante un tribunal conformado por catedráticos, historiadores, juristas, economistas y diplomáticos, entre otros.

No son pocos los candidatos que buscan su plaza fuera de España, pero las embajadas son las que son. En esta reñida competencia, sobresalen desde hace años unos pocos nombres propios. Ejemplo de ello es el de Fidel Sendagorta Gómez del Campillo, exdirector general de Política Exterior y Seguridad, que ha pasado ahora a ser nombrado embajador en Japón.

A sus 66 años, este ‘Willy Fog‘ del cuerpo diplomático ha prestado servicios con anterioridad en las embajadas de España en Japón, Cuba y Marruecos, también ha sido miembro en la Representación Permanente de España ante la Unión Europea.

albares

En el Ministerio de Exteriores ha ocupado los cargos de subdirector general del Gabinete de Análisis y Previsión de Política Exterior, embajador en Misión Especial para Asuntos del Mediterráneo, director general de Política Exterior para el Mediterráneo, Magreb y Oriente Próximo. Desde el 30 de mayo de 2014 era secretario general de la Fundación Consejo España-EEUU.

EL NUEVO EMBAJADOR DE JAPÓN LO FUE CON ZAPATERO

Gómez del Campillo es uno de los diplomáticos que repite en alguna embajada, independientemente de quien haya gobernado. Fue nombrado durante la última etapa socialista de José Luis Rodríguez Zapatero como embajador en Egipto, cargo que mantuvo con el primer gobierno de Mariano Rajoy, hasta 2014. Los siguientes tres años ocupó la Dirección General para América del Norte, Asia y Pacífico. Con el Gobierno de Sánchez, ha pasado por los cargos anteriormente descritos.

El nuevo embajador de Japón ha logrado uno de los destinos mejor remunerados entre el cuerpo de diplomáticos, con más de 300.000 euros anuales, cuatro veces más de lo que cobraba en como director general de Política Exterior. De hecho, la retribución es superior a la que se cobra en la embajada de Irak, un destino más peligroso que el país nipón; o casi el doble que Líbano, una inestable nación donde están desplegados 10.000 cascos azules de la ONU.

SENDAGORTA GÓMEZ DEL CAMPILLO, UN PATRIMONIO MUY ABULTADO POR UNA HERENCIA

El nuevo emisario de Japón, además, es el funcionario del Estado con mayor patrimonio de España. Tan sólo Cani Fernández Vicién se le acerca. La abogada cartagenera fue la segunda socia del bufete Cuatrecasas y pasó por el equipo de Iván Redondo, del que salió para presidir la la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Según la última declaración de bienes, Fernández Vicién sumaba en 2020 dos millones de euros en inmuebles, con 630.000 euros en depósitos y otros 4,358 millones en acciones, seguros y otros bienes. Eso sí, con una deuda de 800.0000 euros.

El segundo más rico es el propio Sendagorta Gómez del Campillo. Según su propia declaración, posee 1.179.000 euros en inmuebles, otros 4.615.000 euros en acciones, seguros, obligaciones del Estado y otros activos. A todo ello, hay que sumar otros 450.000 euros en cuentas corrientes. Además, y este dato oficial pudiera ser un error en la transcripción, ostenta 5.066,217 euros en acciones de empresas no cotizadas.

Sin embargo, en su declaración de bienes correspondiente al año 2014 afirmaba tener un patrimonio de 14,596 millones de euros. Resulta difícil de creer que el diplomático haya dilapidado en seis años cerca de ocho millones de euros. De ahí las dudas en ese epígrafe. Eso sí, el diplomático ha reducido significativamente su patrimonio, en concreto un 22% menos, que pudieran ser debido a los menores ingresos tras no haber accedido a los sueldazos en las embajadas y haber mantenido el nivel de vida. A diferencia de Fernández Vicién, el nuevo embajador de Japón no declaró deuda alguna.

Los más de cinco millones en acciones de una empresa no cotizada proceden de una herencia, según señaló en documentación oficial. Cabe destacar que los salarios del Cuerpo Diplomático, al que pertenece Sendagorta Gómez del Campillo desde hace casi 40 años, suma no sólo el salario base, sino los trienios acumulados.

ALBARES Y EL EXMINISTRO CASTELLS, LOS MÁS ENDEUDADOS

En su caso, son diez, según se indica en las tablas salariales de su cargo. Asimismo, hay que añadir que estas retribuciones en el extranjeros se basan también en la calidad de vida del país de destino. En Japón, Sendagorta Gómez del Campillo obtiene la mejor relación con el coste de la vida. Y es que, los precios en el país del sol naciente son más caros.

Según el listado oficial, Gómez del Campillo rivalizaría con otros cerca de una decena de altos cargos en cuanto a la posesión de inmuebles se refiere. María Luisa Huidobro, embajadora en el Sultanato de Omán, y Miguel José Moro, embajador en Kuwait, suman en este terreno 1,793 y 1,68 millones, respectivamente.

En acciones, seguros y obligaciones, Fidel Sendagorta Gómez del Campillo se posiciona en lo más alto de este podio; seguida de Fernández. Sin embargo, Manuel Castells, exministro de Universidades, acumulaba una deuda de 1,1 millones de euros, con más de dos millones de euros en bienes inmuebles y otros 1,4 millones en un seguro de vida.

José Manuel Albares, quien fue cesado como secretario general de Asuntos Internacionales, con un pasivo de más de 874.608 euros, tan sólo contaba entonces con activos por valor de 440.000. Asimismo, apenas tenía 430 euros en cuentas corrientes.

Los cambios de Albares se deben a que los embajadores nombrados por Mariano Rajoy ya han cumplido su mandato. Alfonso Dastis, Jorge Moragas e Ildefonso Castro serán los próximos en salir de sus destinos.