Solo quedan unos días para que tengan lugar las elecciones de Castilla y León. Los últimos datos publicados trastocan todos los pronósticos. Todo está abierto, cualquier cosa puede pasar el próximo domingo 13 de febrero, donde todo voto cuenta y un escaño puede resultar decisivo para que la balanza se decante hacia la bancada de los populares o a la de los socialistas. Por eso, el Gobierno y, en especial el PSOE, ha puesto en marcha un plan para tratar de arañar la victoria en Castilla y León. Así, el Consejo de Ministros ha aprobado el Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) del sector agroalimentario. Todo un guiño al mundo rural para tratar que conseguir votos de última hora con una medida que «in extremis» que llevaba llevaba tiempo olvidada en el cajón. De esta forma, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cambia de estrategia: ganar las elecciones de Castilla y León desde el Gobierno de España gracias a los fondos agroalimentarios.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha repescado un proyecto que se encontraba en el cajón de las medidas no prioritarias. Hasta ahora. La llamada a las urnas en Castilla y León del próximo 13 de febrero ha provocado que esta iniciativa gane puestos entre los planes prioritarios del Gobierno y aceleren su aprobación. Todo ello con un objetivo claro: ganar las elecciones en la comunidad castellanoleonesa. Así, el Consejo de Ministros ha dado luz verde al PERTE destinado al sector agroalimentario que supondrá una inyección de 1.000 millones de euros, un «manguerazo» para la agricultura y, sobre todo, en la búsqueda desesperada de votos. Y es que, el hecho de que el Gobierno haya aprobado esta partida tan solo cinco días antes de la votaciones y en una región tan rural como es Castilla y León no es una casualidad. Sánchez está tratando de arañar votos donde sea, y que mejor que con unas ayudas millonarias dirigidas a la agricultura, que es el sector con más peso de empleo en la región castellanoleonesa.
el gobierno aprueba un plan de 1.000 millones de euros en ayudas a la agricultura
Desde que el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, anunció la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones para el 13 de febrero, el Partido Popular se creía ganador, incluso se veía con posibilidades de gobernar en solitario. Pero, poco a poco, esa sensación de gloria se ha ido apagando y esa diferencia holgada se ha ido recortando poco a poco. Ahora, a unos días de las elecciones, se siente un panorama muy distinto, donde cualquier cosa puede pasar e, incluso, se abre la posibilidad de que el PSOE pueda dar la sorpresa y ganar la elecciones. Por eso, ante estas nuevas perspectivas, los partidos políticos han sacado la artillería para encarar el último tramo antes de las ansiadas votaciones. Mañueco ha recurrido a su gran aliada, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para tratar de resistir y conseguir alzarse con la victoria el próximo domingo.
Sin embargo, el PSOE ha ido un paso más allá y ha echado mano, nada más y nada menos, que del Gobierno de España y del dinero de todos los españoles. El candidato socialista, Luis Tudanca, ha estado solo durante toda la campaña electoral, ya que Sánchez no ha querido involucrarse demasiado en unas elecciones en las que se preveía que poco o nada tenía que hacer porque era un «caballo perdedor». Así, el presidente del Gobierno no ha querido bajar al barro en Castilla y León, pero eso ha cambiado. En la formación socialista tiene esperanza y Sánchez ha puesto toda la carne en el asador para obtener los mejores resultados. Para ello, el Ejecutivo ha empleado el dinero de los fondos europeos para hacer campaña en pos del candidato socialista, cuando tan solo quedan cinco días para llamada a las urnas. El PERTE agroalimentario supone una inversión millonaria, 1.000 millones de euros, para este sector, que es mayoritario en la comunidad, y que, según prevén, tendrá un impacto mínimo de 3.000 millones de euros en la contabilidad nacional, estimándose además una creación neta de hasta 16.000 empleos.
Esta medida ha sido criticada desde el Partido Popular por su líder, Pablo Casado, que ha ha calificado la estrategia socialista de «juego sucio». Además, ha pedido que deje de utilizar utilizar «el BOE y el Consejo de ministros para hacer anuncios en plena campaña electoral». Todo un «refrito» de ayudas que se estaban pendientes y que no «responde a lo que pide el sector». Así, han denunciado que se trata de una «auténtica vergüenza» y han anunciado que recurrirán a la Junta Electoral para que Pedro Sánchez «deje de utilizar el dinero de los españoles para comprar votos para el PSOE».
Todo un guiño al sector de la agricultura para intentar paliar y hacer olvidar a la población las desafortunadas palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en un medio extranjero. Y es que, Garzón aseguró que la carne que se exporta desde España no solo es mala calidad, sino que proviene de animales maltratados. Un mazazo para la carrera electoral por gobernar en Castilla y León, que desde la oposición no han dudado en utilizar para hundir más al ala socialista y crecer en las encuestas a costa de esta afirmaciones. Ahora, parece que todo vale para Sánchez con tal de mantener el poder y seguir expandiendo su territorio. Le da igual que para ello tenga que emplear fondos europeos y utilizarlos para su propio beneficio, porque para Sánchez todo vale, y como se ha podido ver con su nueva política: la del desprestigio de las instituciones públicas. En su lista de organismos menospreciados ya están el Congreso de los Diputados, el Defensor del Pueblo, el CIS y hasta la Casa Real, todas ellas usadas por Sánchez para su beneficio propio. Ahora parece que se suma a la lista los fondos europeos para ganar las elecciones de Castilla y León.