El miedo a España Vaciada empuja a Génova a «exigir» cambios en el equipo de campaña de Casado

El Partido Popular tiene otra herida por la que podría desangrarse y que ya intenta suturar con un plan de acción que no ha gustado mucho en Génova. Vox supuso para el PP que alrededor de un cuarto de sus votantes se fuera a una marca distinta. Pero Castilla y León deja de manifiesto que el voto rural, históricamente del lado del Partido Popular, tiende a irse a España Vaciada y a otras formaciones que ponen el foco directamente en las necesidades de los pueblos. Por todo esto, Pablo Casado ha centrado su campaña en rodearse de ganaderos, agricultores y de cualquier profesión más propia del ámbito rural con el efecto colateral de que en Génova ya hay cierto malestar por el hecho de «pasear» al presidente por granjas cuando no parece que tenga un resultado directo sobre la imagen del líder. Sobre los «culpables» de esa estrategia, hay varios nombres, pero desde Génova insisten en la necesidad de tomar las riendas para que España Vaciada no se convierta en otro Vox.

Ver a Casado con ovejas de fondo se ha convertido en una imagen bastante más habitual de lo que la gente del PP querría. No se trata de su discurso, sino de que no parece que esa estrategia cale en su electorado. La sensación en el Partido Popular es que España Vaciada se está comiendo a su electorado rural, una parte fundamental de las bases que hacen del PP uno de los partidos más grandes de España. El problema es que, al igual que Vox se llevó a los votantes más escorados a la derecha por su discurso notablemente más agresivo, España Vaciada está seduciendo a los habitantes de los pueblos. Al menos es la sensación que la campaña electoral de Castilla y León está dejando entre los populares que ven a Casado «día sí, día también» en granjas para intentar contener esa fuga aparentemente constante.

Si no es una granja, es la industria jamonera, pero todo se enfoca exactamente en contener el voto rural que tiende a irse a una formación que despierta más entusiasmo que el PP. Al menos es lo que las encuestas reflejan. De momento, las encuestas más optimistas le dan algo más del 2% del total de los votos a España Vaciada. Unos sondeos que no tienen registros históricos de este partido y que podrían equivocarse considerablemente a la baja.

En cualquier caso, el malestar del PP se centra en entender que quienes asesoran en materia de campaña a Pablo Casado no están viendo la amenaza real ni están siendo capaces de contener el impulso de un partido nuevo que amenaza al electorado del PP. Alfonso Fernández Mañueco arrasará en las elecciones de Castilla y León, tal y como se desprende de los sondeos, pero lo cierto es que cuando un partido nuevo irrumpe en la política nacional con la suficiente fuerza, acostumbra a dar la sorpresa; algo que en el PP tienen muy claro. Sería un error confiarse, pero más lo es pasear, a ojos de fuentes de Génova, a Casado por las granjas en un momento electoral clave para el partido. Esto por no tener en cuenta que, en un principio, llevaron a Casado a una granja de ganadería extensiva para defender la intensiva. Ahora parece que se «ha olvidado» de visitar una macrogranja para evitar polémicas.

Los pasos de Casado son sobre seguro, a ojos de fuentes cercanas al presidente, porque Castilla y León no es tierra hostil para el PP. Sin embargo, la presencia de Vox y de España Vaciada aprieta más los resultados y genera cierto halo de tensión en el Partido Popular. El hecho de que los sondeos den a Mañueco más de un 35% de los votos tranquiliza al PP, pero no entienden por qué la campaña de Casado sigue generando más comentarios negativos que positivos. «Hay un fallo grave en quien organiza la campaña de Pablo Casado», detallan estas fuentes. La obsesión de Casado ahora es contener el voto rural, pero no parece que su campaña contenga las expectativas de voto de España Vaciada.

Dentro de esta guerra interna del PP, no parece que haya ánimo alguno de atacar al presidente, pero sí a quienes rodean a Casado y le organizan la campaña. Desde Génova destacan que el presidente podría ofrecer mucho más y que bien orientado saldría reforzado gracias a la victoria de Mañueco y, previsiblemente, la de otros candidatos populares. El problema es que el «estilo» de Casado no ha cambiado y, a ojos de estas fuentes, mantiene contenido su potencial. Desde luego, el sentir en Génova es bien distinto dado que ahora parece que todos reman en la misma dirección y quieren ver a su presidente en la Moncloa más pronto que tarde. De ahí las críticas a la campaña.