Los ministros de Defensa de la OTAN debatirán este miércoles la situación en Ucrania ante las crecientes tensiones con Rusia por su despliegue militar en la frontera, un encuentro en el que estudiarán si refuerzan su presencia en el este de Europa con la creación de nuevos batallones de combate.
El Consejo Atlántico, que contará con la presencia de los ministros ucraniano y georgiano en toda una declaración de intenciones de la OTAN ante la amenaza rusa, tendrá sobre la mesa el futuro despliegue de nuevas fuerzas en el flanco oriental.
En concreto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha apuntado a la puesta en marcha de grupos de combate en Rumanía y Bulgaria, replicando el modelo de estas unidades en Polonia y los bálticos.
En el marco de la respuesta de la OTAN a la amenaza rusa, en la que ha movilizado fuerzas y recursos aéreos y terrestres adicionales en sus misiones de vigilancia en el mar Báltico y el mar Negro, además de los batallones, Stoltenberg ha hablado de «un ajuste a largo plazo» de las fuerzas militares en el Este, para lo cual el presidente Emmanuel Macron se ha ofrecido a liderar un nuevo grupo de combate en Rumanía.
En todo caso, esta decisión está en una fase inicial y la propia OTAN ha indicado que no se produciría el despliegue de estas tropas adicionales hasta la primavera. «Llevaría algo de tiempo realizar el despliegue y definir el mando y el control de todos los asuntos antes del potencial despliegue en Rumanía», ha matizado en una rueda de prensa previa a la reunión.
La reunión de los titulares de Defensa de la OTAN es de carácter ordinario, pero se presenta como una cita importante para comprobar la unidad mostrada por la Alianza Atlántica hasta el momento ante la amenaza que representa la presencia militar rusa a las puertas de Ucrania.
En estas semanas la organización militar ha jugado un papel central para encauzar la crisis con Rusia, al mantener reuniones con representantes del Kremlin y responder por escrito a las demandas de Moscú.
La OTAN ha alertado de que en Ucrania está en juego la seguridad en Europa y ha pedido voluntad al Kremlin para lograr un «terreno común» con el que reducir el riesgo militar y aumentar el control de armas y la transparencia en las maniobras.
En todo momento, la Alianza Atlántica se ha abierto a dialogar con Rusia sobre los preceptos del orden de seguridad europeo pero sin aceptar las exigencias rusas para que la OTAN no se expanda al este de Europa. Stoltenberg ha reclamado una y otra vez que la política de puerta abierta de la OTAN sigue vigente, defendiendo que ha llevado democracia y libertad a distintos puntos del viejo continente.