La Fiscalía solicita penas que suman diez años y nueve meses de prisión para un hombre que, en octubre de 2020, intentó presuntamente matar a tiros a un vecino de Pechina (Almería), quien pudo refugiarse en el domicilio de un familiar tras ser perseguido por la calle por el turismo en el que viajaba el acusado.
El procesado se enfrenta a un presunto delito de homicidio en tentativa por el que el fiscal pide nueve años de cárcel y otro de tenencia ilícita de armas, por el que enfrenta a 21 meses de cárcel. Al margen de la pena privativa de libertad, solicitan dos meses de multa a razón de 12 euros al día por un delito leve de daños.
El escrito de calificación provisional, indica que el acusado se personó a bordo de un vehículo en la casa familiar de la víctima, quien se percató de su presencia cuando se dirigía a su domicilio.
Una vez en el interior de la vivienda, escuchó «dos detonaciones», por lo que decidió salir a la calle «portando un palo».
Según el Ministerio Público, en ese momento y sin que «conste otro hecho determinante», el acusado le habría «encañonado a corta distancia» con una «pistola» y, con «claro ánimo de causarle la muerte», habría procedido a disparar contra él.
La víctima, quien pudo «eludir» el disparo inicial, emprendió la huida aunque fue perseguido en un turismo con el procesado de copiloto, quien «siguió intentando» presuntamente «atentar contra su vida» con hasta cuatro disparos hasta que esta logró encontrar refugio en el domicilio de un familiar.
El acusado, quien se dio a la fuga y pudo ser detenido dos días después, también habría disparado «con claro ánimo de menoscabar el patrimonio ajeno» contra un vehículo propiedad de un tercero, al que interesan que indemnice con 250 euros.
El Ministerio Público remarca que carecía de licencia de armas y que, aunque presenta rasgos paranoides de personalidad, estos «no anulan ni alteran sus capacidades volitivas e intelictivas».
Solicita, asimismo, de cara a la vista oral señalada el día 24 en la Audiencia Provincial que se le imponga pena de libertad vigilada y que no pueda acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante un periodo de diez años.