El sacerdote francés Tony Anatrella, de 81 años, sancionado en 2018 por la Iglesia tras haberse probado que cometió abusos sexuales contra algunos seminaristas a los que trataba como terapeuta, está en Roma para asistir a un congreso organizado por el Vaticano sobre el sacerdocio.
Anatrella fue denunciado por sus pacientes que entre cosas revelaron que, en las sesiones de terapia en las que trataba su homosexualidad como una enfermedad que debía curar, había tenido una conducta sexual inapropiada con escenas de desnudez y contacto corporal.
El sacerdote fue sancionado por el arzobispo de París, Mons. Michel Aupetit, en julio del 2018 que prohibió a Anatrella ejercer cualquier ministerio como sacerdote en la Iglesia Católica. Sin embargo, no fue rebajado al estado laical.
La noticia fue revelada en su cuenta de Facebook por el sacerdote dominicano Philippe Lefevre, que desde hace años lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia. Sin embargo, precisó en otra nota después que cualquiera podía inscribirse en este congreso del Vaticano que no tenia ningún tipo de criba a la hora de seleccionar a los asistentes.
De hecho, fuentes de la organización del simposio internacional en el que participan cerca de 700 expertos y que tiene lugar en el aula Pablo VI hasta el próximo domingo 22, han señalado que Anatrella en ningún caso fue invitado por el Vaticano y que se inscribió por su cuenta.
No obstante el hecho de que Anatrella figure en la lista de participantes ha generado una gran polémica y cierta indignación. Según ha señalado el diario de información religiosa francés La Croix Anatrella almorzó el jueves en el comedor de la residencia Santa Marta, donde vive el Papa.