Raras veces la realidad supera a la ficción. Las películas están hechas para sorprender al espectador, de esta forma, aparecen hechos que pocas veces suceden en la vida real. Pero pasa, ya que nada es imposible. Y si no que se lo digan Enrique Lucas Murillo, el vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El abogado es un apasionado del cine, lo que actualmente se conoce como «cinéfilo» y, en especial, de la película dirigida por Sidney Lumet ‘Doce hombres sin piedad’, cuya trama discurre en un juicio. Un vídeo que parece que le inspira y donde se ve de cierta forma reflejado, aunque con algunas diferencias. Y es que, el vocal es un claro ejemplo de que a veces sí se puede superar la ficción, como él superó la de su película favorita cuando pasó a ocupar un asiento en el olimpo de los magistrados, convirtiéndose en el Henry Fonda del CGPJ, acompañado por sus «veinte vocales sin piedad».
Enrique Lucas Murillo de la Cueva se licenció en Derecho por la Universidad de Deusto y se doctoró también en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, y está especializado en Derecho Constitucional y Autonómico y Derecho administrativo. Además Respecto a su trayectoria profesional, según el mismo explicó durante su comparecencia en el Congreso de los Diputadores como candidato a vocal del CGPJ, ha discurrido en tres vertientes. El abogado consideró que esta triple vertiente es «complementaria» y «muy enriquecedora», trataba de vender a la Cámara Baja su perfil e idoneidad para el cargo.
La primera vía es la académica, ya que Murillo es profesor Titular de Derecho Constitucional en la Universidad del País Vasco y catedrático acreditado en la misma disciplina. Por otra parte, también ha dedicado parte de su vida profesional a la Administración Pública, donde ha desempeñado los cargos de director de la Secretaría del Gobierno y de Relaciones con el Parlamento en el Gobierno Vasco, secretario general del Régimen Jurídico del Gobierno Vasco y presidente de la Comisión Jurídica Asesora de Euskadi. De esta experiencia, afirma que ha sido «realmente un privilegio» para él tener la oportunidad de conocer de primera mano y cotidianamente funcionamiento del Gobierno, de la Administración y las relaciones entre ambas. El abogado basó su discurso en resaltar lo importante y relevante que puede resultar que haya desarrollado su carrera en distintos sectores, eso sí todos ellos relacionados con el Derecho, que es lo que realmente le gusta a este «Henry Fonda».
El henry fonda del cgpj
La última vía es la del sector privado, ya que Lucas es socio de Gómez-Acebo & Pombo Abogados SLP y director del Despacho de esa firma en Bilbao, en el que actualmente sigue trabajando como abogado. Además, desde el año 2013, con la última reforma del órgano de Gobierno de los jueces y a propuesta de Partido Nacionalista Vasco (PNV), consiguió hacerse un hueco en la mesa de los veinte elegidos, en la mesa de los veinte vocales. Según ha afirmado él mismo, la noche antes de su nombramiento, este Henry Fonda, volvió a ver la película ‘Doce hombres sin piedad’. Todo un clásico del cine y también entre las películas favoritas del vocal. Y es que, Lucas buscaba relajarse con su ejemplo a seguir, con el protagonista de la reproducción, para coger fuerzas para lo que estaba por venir.
Además, este camaleónico letrado, que se adapta a cualquier sector y trabajo ha abierto una nueva vía en las negociaciones internas del CGPJ, la de los pactos entre los nacionalistas y los conservadores. Ambas partes se han puesto de acuerdo por primera vez para rechazar la Ley de Vivienda del Gobierno dirigido por Pedro Sánchez, marcando todo un hito histórico en el CGPJ, donde los encontronazos entre las dos posturas estaban a la orden del día en las votaciones que llevaba acabo el órganos constitucional. Así, los vocales conservadores y nacionalistas que forman parte del pleno del órgano de gobierno de los jueces se han puesto de acuerdo, algo tremendamente difícil, al considerar que el Estado no tiene competencia en materia de vivienda.
De esta forma, Enrique Lucas, el polifacético abogado, ha pasado por todos los lugares posibles para ejercer la abogacía, desde las aulas de la universidad, a la Administración Pública, el sector privado y al CGPJ. Todo una trayectoria profesional marcada por tres vías de actividad. Lo que está claro es que ha tenido una carrera de película. Así, este vocal se ha convertido en el Henry Fonda del CGPJ, al que acompañan sus «doce vocales sin piedad».