El futuro del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras la crisis abierta en el PP que podría situarle, ante las numerosas demandas de los suyos, al frente del partido, ha protagonizado la sesión de control de este miércoles, ya que tanto el portavoz parlamentario socialista, Luis Álvarez, como la nacionalista Ana Pontón, han afeado al mandatario tener la cabeza más en «Madrid, Madrid, Madrid» o «Génova, Génova, Génova» que en su famosa proclama «Galicia, Galicia, Galicia».
Tanto Álvarez como Pontón han urgido al presidente, ante los reclamos de su partido, a aclarar su futuro a los gallegos. En un debate sobre el modelo eólico, el socialista ha exigido saber si está hablando «con el presidente de la Xunta» o con un «portavoz» del PP, mientras Pontón ha apelado a que debe aclarar sus pasos «por honestidad» y ha remarcado el deber del de Os Peares de «elegir» entre Galicia y su partido.
Pero el presidente gallego ha esgrimido que la oposición lleva «años» y ha apuntado que dirigentes que se lo decían han desembarcado mucho antes en la política nacional. No ha dado nombres, pero entre quienes le afearon aspiraciones nacionales desde el hemiciclo gallego estuvo en su día la ahora vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, siendo diputada de Alternativa Galega de Esquerda (AGE).
«Estoy aquí», ha contrapuesto, en la misma réplica a Álvarez, a quien ha llegado a ofrecerle un pacto en política energética, con el foco en el modelo eólico.
«Comprenderá que después de los años que llevan hablando de Madrid estamos un poco aburridos», ha agregado, antes de incidir en que se le sitúa en política nacional prácticamente desde que sucedió a Manuel Fraga al frente del PPdeG en 2006, incluso antes de que lograse recuperar la Xunta en 2009.
LA «PRINCIPAL OCUPACIÓN» DE FEIJÓO
Y si Luis Álvarez situó a Feijóo en «Madrid, Madrid, Madrid», Pontón lo ha llevado a «Génova, Génova, Génova», antes de poner el foco en el contrato del que se habría beneficiado el hermano de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que habría dado pie a un supuesto espionaje por parte de la dirección del PP y que se ha convertido en detonante de una crisis sin precedentes en la formación.
Parafraseando las palabras de Pablo Casado en una entrevista con la COPE, en el marco de una pregunta sobre el modelo de residencias, la dirigente nacionalista ha advertido que Feijóo debe «aclarar» si considera que ese contrato es «aceptable» o «un nuevo caso de corrupción del PP que hay que meter debajo de la alfombra».
Y le ha urgido aclarar, por «honestidad política», si su «principal ocupación» es Galicia o «tapar la corrupción» en su partido, dado que, a su juicio, ha quedado claro que «para el PP la política no es servicio público, sino servirse de lo público». Para la nacionalista, es «legítimo» que Feijóo tenga aspiraciones, pero no que use a Galicia como «antesala» por lo que es imprescindible que «elija»: Galicia o el PP.
Fiel a su estilo, Feijóo ha resistido los embates de la oposición y ha sorteado la presión dando la vuelta al reto de Pontón. «¿Hay que elegir entre Galicia y el PP? No señoría, porque Galicia siempre eligió al PP y, en consecuencia, siempre dijo que no a los nacionalistas gallegos. Los gallegos son más listos que usted y yo», ha contestado.
Y ha añadido, dando por zanjado el asunto a horas de afrontar la clave reunión de ‘barones’ convocada en Génova, que, «más que una ideología cerrada», Galicia es «una democracia constitucional» que «elige» a los populares (que con Feijóo han encadenado cuatro mayorías absolutas).