En el PP gallego nadie se mueve, con la respiración contenida a la espera de lo que pueda pasar en las próximas horas en Madrid, pero la percepción que se ha asentado en sus filas, en la Xunta, y entre sus representantes en el Pazo do Hórreo y en las Cortes, es que Alberto Núñez Feijóo dará esta vez un paso adelante, tras el clamor de voces públicas que le piden que se ponga al frente para tratar solventar la crisis sin precedentes que vive su partido.
A las puertas de la reunión de Génova, son muchos los ‘barones’ del PP que han apuntado directamente a Feijóo como ‘vía’ de solución a la crisis activada por el enfrentamiento de la dirección que encabeza Pablo Casado y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Entre ellos se ha pronunciado el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, que le ha erigido en «referencia» del partido.
La coincidencia generalizada de que «hará lo que debe hacer» y de que «no le queda otro remedio» se ha dejado sentir en los pasillos del Parlamento gallego, que vivió este miércoles la segunda jornada del pleno en medio de una enorme expectación mediática. La oposición trató de acorralar a Feijóo para que desvelase sus cartas en la sesión de control con el aviso de que debe «honestidad» a los gallegos, pero no surtió efecto.
Sin embargo, al margen de lo que opinan diversos cargos del partido, en el propio entorno del presidente gallego, aunque siempre remiten a su decisión, se ha instalado la visión de que Feijóo responderá. Recuerdan que él mismo dijo que estará a lo que le «pida» el partido y sostienen que la situación es «muy distinta» al año 2018.
La «brutal» caída en las encuestas e incluso la pérdida de afiliados en «muy pocos días», al margen de la ruptura evidenciada a todos los niveles en la pasada jornada, con un goteo de cargos a priori del entorno de Casado criticando a la dirección e incluso presentando dimisiones, ponen al PP «en situación crítica».
La percepción en Galicia, que ha verbalizado el propio presidente, es que Casado no ha acertado en su forma de proceder y las fuentes consultadas dan a entender que lo más positivo para el PP sería que dimitiese ya este mismo miércoles, sin esperar a la Junta Directiva de la semana que viene, en la que se convocará el congreso extraordinario. Ahora, subrayan, quien le suceda tendrá el reto de tratar de evitar un hipotético ‘sorpasso’ de Vox y reunificar el centro derecha.
ETAPA DE TRANSICIÓN
Una vez que todas las miradas están puestas en el presidente de la Xunta, que ha dejado abierta la puerta a dar el paso de liderar el partido, una de las decisiones que estará esta noche encima de la mesa es cómo se dirige el partido en esta etapa de transición hasta el cónclave.
Fuentes del PP consultadas creen que si finalmente Casado sigue al frente del PP hasta la Junta Directiva, este órgano aprobará una comisión organizadora del congreso integrada por personas de la máxima confianza de los ‘barones’, en especial de Feijóo, que podría estar acompañada además de una especie de coordinador o portavoz del Comité Ejecutivo hasta el cónclave.
Sin querer precipitar ningún movimiento, en el PP de Galicia se da por descartado que si Feijóo opta a ser candidato vaya a ocupar ningún puesto temporal en Génova.
¿RELEVO EN LA XUNTA?
Aunque legalmente podría compaginar Xunta y PP, si es candidato en el congreso extraordinario y consigue hacerse con las riendas del partido, se ha por hecho que tendrá que centrar sus fuerzas en recomponer la formación a nivel nacional. En su entorno rechazan las cábalas, pero una opción que tendría sobre la mesa para ‘hacer oposición’ a Pedro Sánchez tras aterrizar en Madrid sería el Senado (por la vía de la designación territorial).
En la Xunta había que buscar un relevo y, distintos cargos consultados, creen que se optaría por la vía «más lógica» siendo el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, mano derecha de Feijóo desde la oposición previa a recuperar el Gobierno gallego, exsecretario general de la formación y presidente del PP de Pontevedra, el mejor situado.
No es la única opción, ya que el requisito legal obliga a que su relevo como presidente sea diputado –el vicepresidente económico, Francisco Conde, amigo personal de Feijóo, también lo es, y hay otros dirigentes con ascendencia en el grupo, como el presidente coruñés, Diego Calvo–, pero los dirigentes consultados se inclinan por la opción de Rueda. Él se ha negado a hablar de «futuribles» por ahora.
Lo que sí es incompatible es que si Feijóo resulta elegido líder del PP mantenga la presidencia autonómica del partido en Galicia, por lo que habría cambios. La postura mayoritaria entre los dirigentes consultados es que «no llegará la sangre al río» tampoco para el relevo orgánico, aunque se podrían empezar a diferenciar las sensibilidades durante mucho tiempo aplacadas por el fuerte liderazgo del de Os Peares.
De hecho, el líder del PP provincial en Ourense, Manuel Baltar, admitió en su día que cuatro años atrás, cuando Feijóo barajó optar a liderar el PP estatal, se planteó asumir nuevas responsabilidades. El territorio de Lugo lo lidera la también diputada en la Cámara autonómica Elena Candia.