Militantes jóvenes del PP piden la dimisión de Beatriz Fanjul por no estar a la altura del cargo

La crisis interna del Partido Popular ha provocado una oleada de dimisiones que no han parado de sucederse en los últimos días. A ellos se suma la reprobación de otros miembros de la formación que permanecían seguros bajo el amparo del líder del grupo popular. Sin embargo, ahora que Casado se está hundiendo, muchos ‘casadistas’ están en una situación comprometida. Así, la guerra interna de la formación ha salpicado también a Nuevas Generaciones (NNGG), la organización de jóvenes del Partido Popular. Estos militantes han pedido la dimisión de Beatriz Fanjul, presidenta de NNGG, por no saber estar a la altura del cargo, llevar una «dirección sin rumbo» y darles una imagen de «grupo de niñatos». Así, Fanjul se encuentra en una difícil situación debido al inminente despido de Pablo Casado, quien se mantendrán al frente del grupo hasta el Congreso Nacional que tendrá lugar el próximo martes.

El pasado miércoles se dio a conocer la noticia del espionaje interno de Génova a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por haber dado presuntamente una concesión pública irregular a su hermano. Esto provocó una cascada de dimisiones de distintos integrantes del Partido Popular. Los últimos en dejar su cargo han sido Andrea Levy, que presentó su renuncia como presidenta del Comité de Derechos y Garantías del Partido Popular. En la tarde del martes, también anunció su dimisión el hasta ahora secretario General de la formación, Teodoro García Egea. El núcleo duro de Pablo Casado y miembros del Comité de Dirección del PP se están tambaleando, ya están empezando a dejar solo al, de momento, líder de la formación. Y es que, los ‘casadistas’ se hunden. O, por lo menos, muchos de ellos.

Esta situación también ha salpicado a Beatriz Fanjul quien se encuentra en el punto de mira de la militancia juvenil. Así, NNGG ha compartido un manifiesto pidiendo la dimisión de su presidenta. Según considera el ala más joven del Partido Popular, la líder de NNGG no se ha pronunciado en ningún momento acerca de la crisis que está atravesando la formación. Y es que, Beatriz no ha propuesto ni soluciones ni alternativas que permitan paliar la guerra abierta que esta desestructurando y llevando a la autodestrucción al partido. A ello se suma, según afirman, que se ha olvidado de todos los compromisos de NNGG, provocando la desilusión de los integrantes más jóvenes. La actuación de la dirección de NNGG se ha traducido en que la organización juvenil dé una imagen de «grupo de niñatos sin rumbo».

Y es que, Beatriz Fanjul no solo está en el «ojo del huracán» por no saber estar a la altura del cargo y su inactividad durante la crisis. La presidenta de NNGG era, además, la apuesta de Casado y de su exnúmero dos, Teodoro García Egea. Ahora, tras la salida del exsecretario general del Partido Popular y el hundimiento del todavía líder de la formación, han puesto en una situación sumamente comprometida a la líder juvenil. La ‘casadista’ se tambalea, los políticos cercanos a la dirigente de los jóvenes populares la quieren fuera. Y es que, apoyar a Casado sale caro.

Sin embargo, no todos los defensores de Pablo abandonarán el partido como consecuencia de la crisis interna. Algunos conseguirán sobrevivir a la debacle del PP y se mantendrán Génova, ya que la lógica hace pensar que serán necesarios para la nueva dirección entrante. Y es que, estos dirigentes han hecho méritos más que suficientes mantenerse en la formación. Estos son la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados y vicesecretaria de Política Social, Ana Pastor; y la eurodiputada, Dolors Monstserrat. A ellas se suma también el vicesecretario general y diputado, Antonio González Terol, que destaca especialmente por servir al partido desde hace tantos años y trabajar duramente por los colores y siglas del Partido Popular, ganado un puesto más que merecido entre sus filas.

Antonio González Terol

Los tres políticos son figuras importantes dentro de la formación y, parece, que conseguirán mantener su puesto dentro del grupo a pesar la crisis interna que están atravesando. Son los últimos supervivientes, los que resistirán contra viento y marea, perfiles importantes de la formación. Los que parece que se mantendrán en sus despachos en la sede del PP, inamovibles tras las puertas de Génova. Además, estos altos cargos que, previsiblemente, sobrevivirán a la debacle del PP, saben lo que necesita la formación: un cambio.

Es necesario que haya modificaciones en seno del partido, que cambien las cosas, que mejoren, para que el Partido Popular vuelva a ser lo que era y dejar atrás un bando del grupo que no ha sabido dirigir al partido. Se avecinan cambios dentro del Partido Popular. El PP debe comenzar a estructurarse de nuevo, a organizarse para poder superar la guerra interna provocada por el enfrentamiento entre el líder del Partido Popular, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.