La plataforma Revuelta de Mujeres en la Iglesia ha convocado movilizaciones ante las catedrales de diferentes ciudades españolas este domingo 6 de marzo, de cara al Día Internacional de la Mujer, que se celebra el martes 8, para exigir «igualdad» y reclamar «voz y voto» en las estructuras eclesiales. Bajo el lema ‘Hasta que la igualdad se haga costumbre’, saldrán a las calles para decir «basta» a «las discriminaciones en la Iglesia por razones de sexo o género».
En concreto, hay convocadas concentraciones ante la catedral de La Almudena en Madrid a las 12:00 horas; ante las catedrales de Córdoba, Sevilla y Granada, también a mediodía; en Badajoz, a las 12:30 horas; en las Palmas de Gran Canaria, a las 12:00 horas; ante la catedral de Barcelona, a las 11:00 horas; ante la Seo de Zaragoza, a las 12:00 horas; ante la catedral de Santiago de Compostela, a las 12:00 horas, y junto a la catedral vieja de Vitoria, a las 12:30 horas, entre otras.
«Queremos una Iglesia comunidad de iguales, donde la mujer tenga voz y voto», expresa un grupo mujeres desde Sevilla, en un vídeo publicado en redes sociales con motivo de la Revuelta estatal 2022.
Al mismo tiempo, desde Valencia piden «una Iglesia de liderazgos compartidos, una Iglesia paritaria, más plural y menos jerárquica»; y desde Las Palmas dicen «basta» a que las mujeres sean «invisibilizadas y silenciadas».
Además, desde Pontevedra, reclaman que no se les niegue el sacerdocio y desde Santiago de Compostela muestran su rechazo a que siempre se ofrezca «una imagen de Dios exclusivamente masculina».
En la misma línea se pronuncian desde Barcelona, Granada, Cabra, Córdoba, Vitoria, Badajoz, Logroño, Santander, Bilbao o Zaragoza, recordando que son «muchas mujeres» las que reivindican esta igualdad en la Iglesia.
La Revuelta de Mujeres en la Iglesia nació en 2020, cuando una red de mujeres y organizaciones femeninas cristianas comprometidas en la Iglesia y en la sociedad civil, decidieron salir a las calles y concentrarse ante las catedrales, de cara al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para pedir «una reforma profunda» en la Iglesia que acabe con la «discriminación» y reclamar «voz y voto» en las estructuras eclesiales.
Además de pedir «voz y voto» en las estructuras de decisión, reclaman entre otras peticiones, «el diaconado y presbiteriano femenino» y «que los textos doctrinales incorporen un lenguaje inclusivo». Los detonantes para movilizarse fueron el Sínodo de la Amazonía, donde las mujeres no tuvieron voto, y el informe sobre la violencia y explotación laboral a religiosas.
El movimiento fue reconocido en 2021 con el Premio Alandar, que ha valorado sus reivindicaciones feministas y su labor en la búsqueda de una Iglesia «menos jerarquizada» y «más Pueblo de Dios».