Mañueco irrita a Feijoo tras aprovechar el vacío de poder para echarse en brazos de Vox

El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha llegado a un acuerdo de investidura con Vox. Juan García Gallardo será vicepresidente de la Junta, previsiblemente. Pero Mañueco ha vuelto a arrastrar su figura por el fango del partido por «aprovechar» la coyuntura y el vacío de poder en el PP para acercarse a Vox, algo que ni Pablo Casado quería ni Alberto Núñez Feijoo, presidente de Galicia y futuro líder del Partido Popular, está dispuesto a tolerar. El presidente de la Xunta mira de reojo a Mañueco por no obedecer la dinámica que pretende marcar en el partido en cuanto llegue al poder. Mañueco estaba desesperado por gobernar y sabía que sin Vox no llegaría a otra cosa que a las elecciones generales. Ahora le tocará lidiar con las consecuencias.

Lo que ha hecho Mañueco ha sido exactamente lo que quería evitar durante la campaña electoral. Echarse en manos de la estrategia de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Cuando la líder autonómica acompañó a Mañueco en la campaña, dejó claro ante el estupor del presidente de Castilla y León que lo que tenía que hacer el Partido Popular era echarse en brazos de Vox y pactar con los secuestrados y no con los «secuestradores». En resumen, Ayuso dejó claro que había que pactar con Vox en contra del criterio de Génova. Y Feijoo quiere hacer exactamente lo mismo a pesar de que Mañueco no ha seguido la doctrina deslizada en su momento por el presidente de Galicia.

Tres consejerías y una vicepresidencia, así como la presidencia del parlamento autonómico. Este ha sido el peaje que ha tenido que pagar Mañueco para contar con el apoyo de Vox. Esto a nivel de gobierno, pues a nivel político el coste para el presidente de Castilla y León será algo mayor por no obedecer los designios marcados por Alberto Núñez Feijoo. Ya su futuro secretario general, según las quinielas, el eurodiputado Esteban González Pons, dejó claro que Vox era extrema derecha y deslizó que la nueva línea del PP sería no pactar con Santiago Abascal.

el equipo de Teodoro García Egea vigilaba con lupa los movimientos de Mañueco

Ya la Génova de Teodoro García Egea había cogido la matrícula a Mañueco por haber maniobrado precisamente para traer a Feijoo en un momento en el que Casado veía flojear su liderazgo ante los suyos. Desde ese momento, el equipo de Teodoro García Egea vigilaba con lupa los movimientos de Mañueco y buscaba el momento adecuado para dar el golpe de gracia a un presidente autonómico que había sido, a ojos de Génova, «desleal» a los intereses de Pablo Casado. Esto se enterró por un bien mayor: el de convocar elecciones anticipadas para obtener un gran resultado que impulsara al PP. Pero no salieron los planes como esperaban.

Ahora, Feijoo ha dejado claro que seguirá la misma línea porque, según relatan fuentes internas del partido, el PP sabe que buscar el voto de Vox les supone la pérdida de los votos del centro, donde realmente saca rédito el Partido Popular en las elecciones. Con este balance, pactar con Vox no es algo que guste a Feijoo. De hecho, Mañueco ha funcionado por libre y, a ojos de Génova, ha aprovechado el «vacío de poder» que ha dejado la crisis interna y la salida de Casado para llegar a un acuerdo con Juan García Gallardo y mantenerse así como presidente autonómico.

Lo que cuentan las fuentes es que Mañueco ha dejado a un lado su ambición política y se ha resignado a que el punto más alto de su carrera sea ser presidente de Castilla y León. El líder popular ha preferido prolongar su mandato cuatro años más que estar a bien con la ejecutiva entrante. Que Feijoo le coja más o menos la matrícula por haber llegado a un acuerdo con Vox en contra de su criterio le preocupa poco porque sabe que no le tocarán. Y además entiende que la candidatura de 2026 no será probablemente para él. Hay muchos pisando fuerte en el PP.

EL ACUERDO

A través de su cuenta personal de Twitter, Fernández Mañueco ha escrito: «Hemos llegado a un acuerdo de legislatura con Vox sobre la base de un programa al servicio de las personas» de la Castilla y León » que permita un gobierno estable y sólido con pleno respeto al orden constitucional y al Estatuto de Autonomía de Castilla y León».

El acuerdo «pensando en los castellanoleoneses y el Gobierno de Castilla y León, según el presidente de la Junta en funciones, se extiende a la Mesa de las Cortes y al Ejecutivo autonómico.

Desde Vox se ha reclamado desde el mismo día de las elecciones, y tras haber logrado 13 escaños, tener el mismo trato que se dió a Ciudadanos, que logró 12 procuradores, en la pasada Legislatura, es decir, la presidencia de las Cortes, la vicepresidencia y tres consejerías, como recoge la propuesta de acuerdo que esta formación dió a conocer la pasada noche.