Marlaska mete mano en la cúpula policial y cambia a su antojo a tres altos cargos de la Guardia Civil

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sigue haciendo méritos con la Guardia Civil. Hay nuevos cambios encima de la mesa y en el cuerpo se incrementan los recelos. En este caso, el ministro socialista ha movido altos cargos de la Guardia Civil como fichas de dominó. Los afectados son el general de brigada Francisco Javier Sánchez Gil y el teniente general Arturo Espejo Valero. Los dos al mismo tiempo. Estos nuevos cambios, algo constante en la cúpula policial desde que Marlaska llegó al poder, no han gustado en el cuerpo dado que el ministro se ha empeñado en moldear la policía a su gusto desde que entró en el poder. Y lo hace en muchos casos sin respetar el escalafón del cuerpo.

Todo empezó con el coronel Diego Pérez de los Cobos. En este caso, fue un cese por ser un alto mando incómodo. El baile de puestos es una constante y ahora el Boletín Oficial del Estado (BOE) se ha convertido en un reflejo de la ambición personal de Marlaska. En este caso, el ministro del Interior ha sacado a Francisco Javier Sánchez Gil del Mando de la Jefatura de Armas, Explosivos y Seguridad de la Dirección General de la Guardia Civil y le ha llevado al Mando de la Jefatura de Servicios Técnicos. En el caso de Arturo Espejo, ha salido del Mando de la Jefatura de Servicios Técnicos para recalar directamente, y por deseo expreso de Marlaska, a la jefatura del Mando de Apoyo. Una serie de cambios que desatan recelos en la Guardia Civil.

Otra vez, Marlaska ha tomado la decisión de cambiar a voluntad la Guardia Civil. El que se ha colado en esta coyuntura ha sido Antonio Cortés, general de Brigada, nombrado para el Mando de la Jefatura de Armas, Explosivos y Seguridad de la Dirección General de la Guardia Civil. Las constantes modificaciones trufan el BOE desde hace tiempo y es el propio ministro del Interior el que mete mano en estas decisiones. En contra tiene a la titular de la cartera de Defensa, Margarita Robles, quien mantiene una rivalidad histórica con Interior por tener el control de la Guardia Civil.

En algunos casos son jubilaciones. En otros directamente cambios orquestados por los «caprichos» del ministro. Marlaska está obsesionado, tal y como relatan fuentes del Gobierno, con mantener la cúpula policial «controlada». Hablamos tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil. El problema es que en el segundo cuerpo mencionado es más complicado tomar decisiones de ascensos o cambios si no se respeta el escalafón. Lo ocurrido con Diego Pérez de los Cobos o con Laurentino Ceña, exdirector de apoyo operativo (DAO), dio el pistoletazo de salida a una política constante del ministro. No todo en el cuerpo comparten las decisiones. Pero el BOE sigue salpicando nombramientos y ceses.

Marlaska ha mejorado su trato con muchos dirigentes de la policía

Las fuentes del ministerio detallan que Marlaska, a pesar de su juego de cartas con los altos mandos de la Guardia Civil, ha mejorado considerablemente su trato con muchos dirigentes de la policía. A medida que pasaron los años y, especialmente, después de lo ocurrido con Laurentino Ceña y con Diego Pérez de los Cobos, Marlaska suavizó sus juegos de nombramientos. Pero a pesar de que supo engrasar la relación con muchos altos mandos, lo cierto es que no dejó de cambiar a voluntad a una buena cantidad de oficiales del cuerpo.

La razón, cuentan las fuentes, de estos cambios constantes a manos del ministro del Interior es el pulso que mantiene con Defensa. No es nuevo que la Guardia Civil sea objeto de pulso entre Defensa e Interior. De hecho, estas fuentes del Gobierno detallan que Marlaska y Robles han chocado en más de una ocasión precisamente por los nombramientos a hacer en la Guardia Civil.

LOS OTROS ENFADOS CON MARLASKA

Además de los ceses, hay otras cuestiones que irritan a la Guardia Civil y a la Policía Nacional. Fernando Grande-Marlaska ha impuesto la ideología de género en las oposiciones a policía. Los aspirantes a nuevos agentes tendrán que saber identificar a las personas que se cataloguen como género «no-binario o genderqueer». Además, tendrán que conocer que colectivos se engloban bajo la denominación de agénero, bigénero, segundo sexo, tercer sexo, transgénero o fluidos. De esta forma, el ministro del Interior pretende hacer los exámenes de oposición más inclusivos dotando a los opositores de conocimientos imprescindibles para mantener la seguridad nacional.

Tal y como se puede apreciar en la imagen extraída del examen oficial para el acceso a la escala básica de la Policía Nacional, los aspirantes tendrán que conocer a detalle las nuevas denominaciones de género propuestas por el Gobierno de España. Este cambio de vocabulario fue propuesto por el Ministerio de Igualdad, liderado por Irene Montero, que decidió incluir estas nuevas denominaciones en la Ley para la Igualdad de las Personas LGTBI y para la No Discriminación por Razón de Orientación Sexual, Identidad de Género, Expresión de Género o Características Sexuales.