El conflicto abierto el pasado mes de febrero por parte de la Rusia de Putin al invadir su vecina Ucrania ha despertado una gran solidaridad internacional, que ha llevado a unos 20.000 voluntarios extranjeros a querer defender al país agredido, de los que parte ya estarían en acción, siempre según datos del Gobierno de Kiev.
En el siglo XIX se popularizó el fenómeno de los voluntarios extranjeros que participaban en guerras por idealismo, aunque fue en el siglo XX cuando más se prodigó, siendo la Guerra Civil española uno de los conflictos donde se evidenció el fenómeno. Ya en el actual contexto de guerra en el este de Europa, cuando en 2014 comenzó la guerra del Donetsk y Lugansk entre el gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos, apoyados militarmente por Moscú, empezaron a llegar voluntarios a ambos lados. En el lado prorruso se conformó una curiosa mezcla de nostálgicos del nazismo y comunismo; entre estos últimos hubo voluntarios de todos los lugares del mundo, incluyendo un mínimo número de españoles que conformaron la denominada Brigada Internacional Carlos Palomino.
En la actual invasión de Ucrania, por parte rusa no habría constancia de voluntarios extranjeros, aunque sí desde el principio se están encuadrando masivamente en el bando ucraniano; incluso antes del inicio de la invasión rusa se empezaron a alistar combatientes de las distintas nacionalidades de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) enemistadas con las actuales políticas expansionistas de Putin, tales como georgianos, chechenos, tártaros de Crimea o centroasiáticos.
Entre las Unidades en que se encuadran estos combatientes extranjeros estaría el Batallón Azov y el Sector Derecho, creados durante el conflicto de 2014, que son considerados como nacionalsocialistas, en cuyas filas habría americanos, británicos, brasileños y, curiosamente a pesar de su ideología, también voluntarios de religión judía. En el caso concreto del Batallón Azov se habrían incorporado en esta nueva etapa también un pequeño número de voluntarios, según las redes sociales del grupo. Recordemos que no es la primera guerra en la que españoles de dicha ideología luchan como voluntarios en un conflicto, ya que hace años protegieron a los cristianos iraquís del ISIS.
Entre los combatientes de la desaparecida URSS es de destacar el caso de los chechenosque luchan del ladodel Gobierno de Kiev, que devolverían el favor a los ucranianos que acudieron a combatir a Chechenia en las dos guerras que libró en los noventa y la primera década del presente siglo. Entre estas tropas estaría el Batallón Dzhokhar Dudayev (llamado así en honor al primer presidente checheno, al que ejecutó literalmente la aviación rusa) que alinea a unos cientos de estos combatientes islámicos en su mayoría. Cabe destacar que son exiliadossin posibilidad de volver a su territorio natal, ya que son enemigos del actual presidente checheno, amigo personal de Putin. Será posible que haya combates entre chechenos, ya que los hay también integrados en el ejército ruso, en su condición de ser un territorio de la Federación rusa, a los cuales el Batallón Azov amenaza con disparar con balas cubiertas de manteca de cerdo.
Los georgianos tienen una historia similar, dado que parte de su país fue invadido por Rusia en 2008 y, apoyados por ucranianos, ahora devuelven el favor con la Legión Nacional Georgiana, entre los que está el antiguo ministro de Defensa de este país, Irakli Okruashvili. Junto a estos voluntarios integrados dentro del ejército ucraniano, según fuentes ucranianas, también lucha gente de 27 países distintos.
La novedad en el reclutamiento que ha ocasionado la invasión es que ahora el Gobierno ucraniano solicita expresamente voluntarios extranjeros, esto se debe a la situación extrema en la que se encuentran, en la que incluso se han incorporado presidiarios locales liberados al efecto. Ya no solo reclutan paramilitares de marcado signo político, lo que a ocasionado que, según Zelenski, haya 20.000 personas ya combatiendo, o dispuestas a unirse, gracias en parte a la colaboración de las embajadas y consulados ucranianos que ayudan a éstos en los trámites.
La nueva Unidad de voluntarios que los encuadra se llama “Legión Internacional para la Defensa Territorial de Ucrania”. Pese a que Rusia ya ha anunciado que si son capturado no serán tratados como prisioneros de guerra, miles cruzan la frontera polaco-ucraniana por una variedad de motivos, muchos de ellos con experiencia militar.
Aunque es posible que a la hora de la verdad no todos den el paso, hay decenas de miles de interesados que lo están sopesando, por ejemplo los franceses censados en los grupos de internet de reclutamiento son 8.700. El gobierno español no tendría problemas en permitir a sus ciudadanos unirse, que es tan fácil como presentarse ante los consulados ucranianos de Madrid, Barcelona o Málaga, donde ya habría goteo de voluntarios.
En otros países también se ha permitido alistarse, por ejemplo 3.000 norteamericanos ya se han inscrito, 200 croatas e incluso 70 japoneses y un número indeterminado de surcoreanos, taiwaneses, y así de hasta más de medio centenar de nacionalidades. Buena parte son occidentales y deben de ser aceptados en las embajadas de Ucrania, para luego entrar desde Polonia a la zona de guerra, algunos están de camino y otros en los centros de reclutamiento. En algunas imágenes se les ve armados con el material que le está entregando los países de la UE, como serían los veteranos fusiles de asalto belgas FN del modelo FNC de 5,56 mm
Julio M. Gutiérrez