Los dos altos sueldos de Mónica García retrasan las juntas de portavoces y entorpecen la Asamblea

La política de Más Madrid, Mónica García, desde que comenzó su carrera como política en la comunidad de Madrid no ha dejado de recordar e, incluso, se ha jactado de ello, que es médico. En especial, desempeña su trabajo en el sector sanitario como anestesista en el Hospital 12 de Octubre. Una cuestión que no dejó de repetir durante toda la campaña electoral de los pasado comicios de la Comunidad de Madrid, ahora desde la oposición sigue mencionándolo cada vez que puede. Y no solo eso, sino que trastoca la agenda de la Asamblea madrileña a su conveniencia para poder seguir ejerciendo como sanitaria. Es decir, obliga a los políticos a adaptarse a ella, a su vida y a su profesión como médico. Así, la política le echa «cara» ajusta la agenda política a su conveniencia, retrasando las sesiones de la Asamblea y adaptándolas sus horarios en el centro sanitario.

Mónica García cuenta con un sueldo como miembro del partido político Más Madrid, donde ejercer como portavoz regional y diputada. La retribución por este cargo asciende a 76.102,32 euros anuales, es decir, 5.435,88 euros al mes. Sin embargo, este no es el único ingreso que cada mes se suma a la cuenta de la política, ya que también cuenta con un puesto de trabajo como sanitaria en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. Es decir, la política recibe ingresos de dos fuentes, distintas, pero ambas de la administración pública. Una cuestión que a priori parece no suponer ningún problema, pero, si se pregunta a otros miembros de la Asamblea, probablemente, no opinen igual.

Mónica garcía retrasa las reuniones de la asamblea para cuadrar con su puesto de médico

Y es que, llevar dos trabajos a la vez no es tarea fácil y menos, esos dos cargos. La política implica una dedicación casi en exclusivo dada la carga de evento, actos, sesiones plenarias y otros compromisos a los que deben acudir los dirigentes. A ello se suma el puesto en un hospital donde los horarios son variables, con turno dobles y que tanto pueden ser de noche como de día. Es decir, ambos puestos tienen unos horarios imprevisibles, pero es lo que ha elegido García. El problema es que no solo le afecta a ella sino que es capaz de trastocar toda la agenda de la Asamblea con tal de no prescindir de su puesto como anestesista y poder seguir jactándose de que es médico, una cuestión que parece que no se cansa de anunciar allá por donde pasa.

Reuniones que se retrasan, asambleas que se posponen, eventos en los que hasta el último momento no se sabe si asistirá la diputada. Mónica García le echa «mucha cara» y se excusa en que sus labores en el hospital para retrasar la vida política perjudicando al resto de compañeros de la Comunidad de Madrid tanto de su propio partido como del resto de Grupos Parlamentarios que componen la Asamblea. Todo ellos han visto como las sesiones plenarias se retrasaban y todo por una persona que no puede compaginar los dos trabajos. La médica es capaz de frenar la vida política con tal de poder ejercer de anestesista. Una cuestión que ya empieza a cansar a muchos y no es para menos, dado que García se considera el «centro» del panorama político madrileño, que todos tienen que adaptarse a ella y a sus horarios y agenda.

mónica garcía

García no quiere perder eso que ella cree que la diferencia y que la sirvió para auparse en las pasadas elecciones madrileñas, su trabajo de médico. Mónica no ha dejado de divulgar su puesto en el hospital. Tal es el punto al que llegó durante la campaña electoral que parecía que . era la única médico de todo el panorama político, pero no es así. Ana Pastor, política del Partido Popular también estudió la carrera de medicina. Para ella, esto la distingue de cierta forma, por eso se resiste a renunciar a ese puesto, a pesar de que sean otros los que lo paguen.

DE MÉDICO A POLÍTICA

Mónica García comenzó su andanza en la política en el 2015 a través del movimiento de Marea Blanca, donde participó en distinta manifestaciones por la defensa de la Sanidad Pública y, siendo su portavoz, se logró paralizar la privatización de la sanidad madrileña. Poco después saltó a a la Asamblea, durante la X legislatura, con el grupo Parlamentario Podemos de la Comunidad de Madrid. Y, finalmente llegó su momento de gloria en los comicios de la región madrileña.

La política trató de disputar la presidencia a Isabel Díaz Ayuso y para ello, como no, usó su puesto como sanitaria para ganar puntos de cara los votantes, debido a que en ese momento la pandemia del coronavirus se encontraba en pleno auge. A pesar de que si consiguió sumar votos con esta estrategia, finalmente fue Ayuso quien consiguió entrar en la Puerta del Sol. Pero, eso sí, Mónica no renuncia a ni a su cargo como anestesista ni a su puesto como miembro de Más Madrid. Las sesiones plenarias previsiblemente seguirán retrasándose a conveniencia de la diputada, que no parece por la labor de dejar de echarle cara al asunto, aunque perjudique a sus compañeros-