Unas 10.000 personas se han manifestado este miércoles en Barcelona en la segunda jornada de la huelga educativa convocada en Catalunya, según la Guàrdia Urbana.
La movilización ha partido de la Estación de Sants y ha descendido por la calle Tarragona hasta llegar a la plaza Espanya, cerca del recinto Montjuïc de Fira de Barcelona, donde se celebra el primer día del Saló de l’Ensenyament.
En declaraciones a los periodistas, los portavoces sindicales han insistido en pedir la intervención del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y han pedido la dimisión del conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray.
Iolanda Segura, de Ustec·Stes, se ha mostrado sorprendida por la moratoria optativa al nuevo currículum que ha anunciado el conseller este miércoles, ya que, asegura, siempre les había trasladado que se tenía que aplicar enteramente en septiembre: «¿Por qué nos miente de esta manera? No va en la buena línea».
En nombre de CC.OO., Teresa Esperabé ha coincidido: «No son maneras de trabajar, no se puede improvisar una medida tan importante y decirla en rueda de prensa».
Bernat Pèlach, de Intersindical-CSC, ha descartado que la medida anunciada este miércoles sea una concesión: «Si no hace esto, era imposible que se aplicara» la nueva ordenación curricular.
Lorena Martínez, de UGT, ha lamentado que el conseller «no ha tenido el valor de salir» al Saló de l’Ensenyament por la presencia de manifestantes.
Desde Aspepc·Sps, Joan Alís ha asegurado que Gonzàlez-Cambray está, textualmente, amortizado y hace «maniobras de distracción», pero los sindicatos exigen 14 puntos más allá del currículum.
Por parte de CGT, Miquel González ha recordado que los sindicatos no descartan continuar las huelgas en septiembre porque «el profesorado está muy cabreado y harto».