La Fuerza Aérea de Italia acaba de recibir un nuevo avión con múltiples capacidades de alerta temprana, inteligencia, guerra electrónica, etc, mientras que Marruecos espera la entrega para este mismo año de otro similar; en contraposición el Ejército del Aire español fue dando de baja, sin sustitución, las aeronaves que le ofrecían varias de esas capacidades por falta de presupuesto.
La mayoría de las modernas fuerzas aéreas llevan años dotándose de plataformas (aviones) polivalentes que faciliten cumplir una amplia gama de misiones como son las de: mando, control, comunicaciones, inteligencia, captación de blancos, etc, que se denominan internacionalmente, en el predominante inglés en temas de defensa, como Command, Control, Communications, Computer, Information/Intelligence, Surveillance and TARgeting (C4ISTAR).
Paralelamente las capacidades de España en ese campo, y en especial del Ejército del Aire, han ido decreciendo ante los continuos raquíticos presupuestos de Defensa, aprobados en los últimos años tanto por los Gobiernos del Partido Popular como del Socialista. Durante el segundo decenio del siglo XXI se han ido dando de baja las aeronaves que operaba el 47 Grupo Mixto de Fuerzas Aéreas, y que era el principal instrumento en este campo de la Institución. Así fueron desapareciendo del inventario progresivamente los dos Dassault Falcon 20, un C-212 Aviocar, y la “joya de la corona” un Boeing 707 denominado “Santiago”, en alusión al programa mediante el que se modificaron estas aeronaves para tales roles. Si bien entre 2019 y 2020 se pudieron incorporar cuatro grandes drones o RPAS (Remotely Piloted Aircraft Systems) de la firma norteamericana General Atomics MQ-5 Predator B, con los que se recuperaba una parte de la capacidad de inteligencia, vigilancia o reconocimiento o Intelligence, Surveillance and Reconnaissance (ISR).
Obviamente los profesionales del Ejército del Aire son muy conscientes de la importancia de las capacidades C4ISTAR, por lo que a principios de este año se creaba una nueva Unidad de inteligencia en su seno, en concreto el denominado Centro de Inteligencia y Targeting Aeroespacial (CINTAER), que se dota en parte con profesionales del citado 47 Grupo Mixto de Fuerzas Aéreas, que se disuelve paralelamente. La creación del nuevo Centro, adelantada por el medio oficial de prensa del Ejército del Aire, responde a la extrema necesidad de adaptarse a la cada vez mayor demanda en el número y complejidad de las misiones que se le encomiendan. Actualmente estas capacidades son imprescindibles en todo tipo de escenarios, como serían los asimétricos de las costas de Somalia, o el Sahel, o los de guerra convencional como los del actual conflicto de Ucrania, en el cual muy discretamente los C4ISTAR de la OTAN volando sobre Polonia o el Mar Negro captan múltiples datos de la actividad militar rusa, que facilitan en tiempo real al Gobierno de Kiev, lo que le da una magnifica baza. Además en el caso específico de España, sus ciudades del norte de África (Ceuta y Melilla) no están cubiertas por el paraguas de la OTAN, por lo que se carecería del referido apoyo de la Alianza ante un hipotético ataque por parte de Marruecos.
Aunque la decisión de crear el CINTAER es más que adecuada para contar con las estructuras y encuadrar personal muy cualificado, que hereda la gran experiencia del 47 Grupo, el Ministerio de Defensa se debería de plantear poner en marcha la adquisición de aeronaves tripuladas con capacidades C4ISTAR. No olvidemos que los datos de inteligencia que capte el CINTAER, y los “productos” que surjan de éstos, serán fundamentales, como antes lo hacía el CIA (Centro de Inteligencia Aérea) del 47 Grupo, para “alimentar” en muy buena parte al CIFAS (Centro de Información de las Fuerzas Armadas), que depende directamente del JEMAD (Jefe de Estado Mayor de la Defensa).
Actualmente la principal plataforma media en la que se instalan los referidos equipamientos C4ISTAR son los reactores de tipo ejecutivo norteamericano G550, de la firma Gulfstream Aerospace que tiene sede en Savannah (Georgia), aunque la modificación, en los casos señalados de Italia y Marruecos, la realiza la empresa L-3 Communications en su planta de Greenville (Texas). Aunque estos acuerdos son confidenciales, en enero de 2019 se filtró que el Gobierno de Marruecos cerró un contrato con Gulfstream Aerospace para que le dotase progresivamente de cuatro G550 de la variante ISR y guerra electrónica o Electronic Warfare (EW), con equipos instalados e integrados por L-3, que serían los fabricados por Israel Aircraft Industries IAI y su filial ELTA. Dichos sensores equipan los G550 de este rol con los que cuenta la poderosa Fuerza Aérea de Israel, la nación más puntera en este campo, y dos unidades italianas. Los Gobiernos de Roma y Jerusalén firmaron un acuerdo en 2012 mediante el cual la fuerza aérea de Italia compró dos G550 (entregados en 2016 y 2017) con capacidad de alerta aérea temprana o Conformal Airborne Early Warning (CAEW) y los israelíes 30 unidades del avión entrenador a reacción de la multinacional transalpina Leonardo M-346.
En 2020 el Ministerio de Defensa de Italia lanzó un plan para dotarse de 8 G550 extras, vía a un encargo a Estados Unidos, dando el primer paso con la obtención de la autorización por parte del Departamento de Estado norteamericano para adquirir dos. El primero de éstos llegaba a su nueva base de Pratica di Mare, muy cercana a Roma, el pasado 7 de marzo, con una configuración más polivalente que los CAEW, denominada de alerta temprana multisensor y multimisión o Joint Airborne Multi-Sensor Multi-mission System (JAMMS). Esperemos que en un futuro próximo, vía al anunciado aumento del gasto de defensa de España por parte del presidente Sánchez, el CINTAER pueda contar con plataformas similares.