La flota pesquera valenciana se ha sumado al paro nacional y permanecerá amarrada a puerto como mínimo hasta el próximo miércoles cuando el sector se reúna con el ministro de Agricultura, Luis Planas, para buscar una solución a la subida del precio del combustible que no les hace rentable salir a faenar.
Así, lo ha explicado el presidente de la Comisión Interfederativa de Cofradías de Pescadores de la Comunitat Valenciana (Coincopesca), Vicent Pérez, que confía en que en la reunión del próximo miércoles que mantendrán responsables de la Federación Nacional de Cofradías con el ministro de Agricultura, Luis Planas, puedan encontrar una solución como «ya se ha logrado en Francia, Italia o Portugal, donde ya se han bajado los precios».
En ese sentido, ha criticado que le parece «un poco largo» que el Gobierno de Pedro Sánchez se espere al 29 de marzo para presentar un Plan Nacional para responder al impacto económico y social de la invasión de Ucrania, que prevé rebajas de impuestos, porque la gente que «vive de un jornal no puede esperar».
En la Comunitat Valenciana señala hay unos 400 barcos de los que dependen unas 3.500 personas, además de los puestos indirectos como el personal de las lonjas.
Pérez ha señalado que vienen arrastrando pérdidas «muy grandes» porque «en tres meses el precio del combustible ha subido un 100%» y además, al igual que ocurre con el sector citrícola valenciano, «entra tanto producto de otros países que nos hunden».
Por ello, ha advertido de que seguirán amarrados hasta que se les dé una solución porque para «ganar 90 ó 100 euros a la semana no salimos a pasar el rato al mar y nos quedaremos en casa».
Pérez ha señalado que la población «sí notará la falta de producto fresco de nuestras costas», mientras que las grandes superficies estarán «llenas de pescado porque lo traen desde muy lejos».
