Villacís coquetea discretamente con la oposición para tantear fecha para la moción de censura

Los contactos son tímidos. La vicealcaldesa no quiere levantar la liebre antes de tener atados todos los cabos sueltos. Begoña Villacís está todavía esbozando cómo sería ese Ayuntamiento de Madrid liderado por ella dado que no tiene claro qué exigencias o qué líneas rojas le planteará la oposición. Tanto Más Madrid, como el PSOE como Recupera Madrid tienen claro que lo importante es echar al alcalde, José Luis Martínez Almeida, y se prevé que no tengan exigencias inaceptables por Villacís. Solo queda saber el reparto de asientos y qué políticas se tendrán que llevar a cabo en lo que resta de tiempo hasta las elecciones. Las inauguraciones serán clave y las concesiones a medidas «estrella» de los partidos de la oposición, más.

Desde Ciudadanos saben que la moción de censura buscará lavar la cara de los partidos de cara a las elecciones municipales. El PSOE, Más Madrid, Ciudadanos y Recupera Madrid tienen la sensación interna de que no están «fuertes», a diferencia de Vox y del PP. Todos tienen una necesidad común: necesitan demostrar que son una alternativa de gobierno real. Y dentro de esta necesidad, queda repartir las inauguraciones, los flashes y la hoja de ruta que seguiría el nuevo Consistorio para los próximos meses. No hay que olvidar que no se pueden realizar inauguraciones ni actos de campaña institucional desde el mismo momento en el que se convocan las elecciones.

A esto hay que sumarle la fecha en la que lanza la moción. La comisión de investigación convocada a la que, previsiblemente, irán pocos de los llamados a comparecer marca los tiempos. Esta comisión que pretende esclarecer el espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, arranca a finales de marzo y se prolongará dos meses. Y el hecho de que sea precisamente este espionaje la razón que motivará la moción de censura hace que aún no se hayan puesto de acuerdo en la fecha. Los hay que quieren llevarla a verano, cuando acabe la comisión, con la idea de que la falta de asistencia sirva para justificar la moción de censura. Y los hay que quieren hacerlo ya, en abril. Se habla en el Ayuntamiento de Madrid de la Semana Santa como el punto clave. Sea inmediatamente antes o inmediatamente después.

El problema añadido es que aún no está claro cómo montar la moción. Un acuerdo entre Villacís y el PSOE podría ser suficiente para convencer a Rita Maestre de que apoye una alternativa a la derecha. Menos llama la atención un gobierno Frankenstein formado por Más Madrid, PSOE y Ciudadanos. En cualquier caso, la idea de Villacís es que el echar a Almeida sea suficiente para unir a toda la oposición siempre con el horizonte de que habrá elecciones en cuestión de un año. No votarían sí a un Ayuntamiento liderado por Villacís, sino a la vicealcaldesa como referente en una transición de un año.

En la vicealcaldía, Villacís luce muy poco

Aún así, todos los partidos de la oposición se presentan con unas expectativas políticas poco alentadoras. El tener más capacidad de influencia en el Ayuntamiento podría ser una buena opción, a ojos de muchos dirigentes de la oposición, para mejorar sus encuestas. Ya no es una cuestión de echar a Almeida del asiento, sino de demostrar a los vecinos de la ciudad que pueden hacer algo más que oposición. Villacís es consciente de esta realidad, pero sobretodo es consciente de que si no se hace con la alcaldía, no mejorará ni un cuarto de punto sus expectativas. En la vicealcaldía luce muy poco.

Depende de la fecha, pero gana peso la idea de «cuanto antes, mejor». Esto es porque no quieren que se pierda fuelle del caso del espionaje a Ayuso (máxime si ahora la Fiscalía Anticorrupción cita al hermano de la presidenta autonómica) y sobretodo porque necesitan como el comer exprimir el tiempo al frente de la alcaldía. Especialmente en materia de inauguraciones y medidas efectistas que lleguen a los madrileños.

Los contactos se intensifican, pero hasta el momento la vicealcaldesa ha preguntado sobre cómo presentar la moción de censura a más gente de fuera que a la oposición. Los contactos son tímidos porque el equipo de Villacís es desconfiado y no se atreve a dar el salto sin ver la red de seguridad. La oposición, según ha podido saber MONCLOA.com, está dispuesta a apoyar prácticamente sin condiciones (excepto las inaceptables) a Begoña en su pretensión de ser alcaldesa. Es una moción hecha que Almeida conoce y que hace que se respire un ambiente enrarecido en el Ayuntamiento. Según ha podido comprobar este medio, Almeida está extremadamente tenso porque sabe que Villacís tiene los flashes al alcance de su mano. Y eso en alguien que lleva a la sombra del alcalde durante dos años deja claro que es cuestión de tiempo que dé el salto a la primera línea política.