La cocina es la zona de la casa donde más electricidad se consume. Tan solo el frigorífico consume casi un 20% del total de la energía, ya que tiene que estar siempre enchufada y en funcionamiento. Con el imparable incremento de los precios de la luz, no queda más remedio que hacer algunos cambios en nuestros hábitos para mantener bajo control la factura a fin de mes, y de paso, conseguir un pequeño ahorro. ¿Es posible? Sí, se puede, si pones en práctica estos consejos.
CUIDADO CON EL HORNO
El horno es otro de los electrodomésticos que más consumen, y hornear un rato cualquier alimento supone que el contador empiece a girar a una velocidad considerable. Lo mejor es optar por otras formas de cocinar más económicas, por ejemplo, a la plancha, o en guiso, pero hay ocasiones en las que de verdad nos apetece tirar de horno, por ejemplo a la hora de hacernos una pizza. Para no gastar demasiada energía en el proceso, se pueden seguir las siguientes recomendaciones.
