Debes tratar a tu coche de una manera adecuada si quieres que tenga una larga vida recorriendo las calles de tu ciudad. Sin embargo, los repuestos que forman parte de nuestro coche están sometidos a grandes niveles de estrés, un estrés que puede desembocar en averías prematuras si no cuidamos de ellas como deberíamos.
Pequeños gestos pueden ayudar de manera determinante a que el nivel de fiabilidad de nuestro vehículo no se resienta, de manera que la vida útil de los componentes más caros de nuestro coche, de nuestro motor, se alargue de manera sustancial.
Aunque no lo creas, ‘La regla del minuto’ puede salvarte de una de las averías más caras y complicadas de nuestro coche. Te contamos cuáles son.
4Dejar la mano en el cambio y el pie en el embrague

Lo recomendable es colocar la mano derecha en el volante (enfrentada con la mano izquierda), y el pie izquierdo debemos dejarlo en el reposapiés que tienen los coches. En el caso de la mano, dejarla apoyada en la palanca supone transmitir cierta fuerza a los reenvíos que forman el cambio de marchas, forzando por poco que sea los sincronizados y acortando su vida útil.
Lo mismo ocurre con el pie izquierdo. Si no estamos usando el embrague no vale de nada tenerlo cerca del pedal izquierdo porque, por mínimo que sea el apoyo que hagamos sobre el pedal, se produce un desgaste, por ejemplo sobre los empujadores encargados de llevar el movimiento del pedal a la prensa de embrague, aparte de la sobrecarga que se genera en la musculatura de la pierna izquierda si la mantenemos en esta posición.