Así son las armas españolas entregadas a Ucrania

El Gobierno de España, a pesar de la división de opinión entre sus socios, continúa esta semana con las entregas de ayuda militar a Ucrania de material fabricado en su mayor parte en España, para que ésta intente parar la invasión provocada por la Rusia de Putin.

Desde el inicio de la invasión se han realizado un total de diez misiones de vuelo, al menos, de los aviones de transporte Airbus Aviation A400M del Ejército del Aire español con destino a la base aérea polaca de Rzeszów.

Desde esta básica instalación, sita muy cercana a la frontera entre este último país de la OTAN y Ucrania, se traslada el material de defensa entregado por los miembros de la Alianza Atlántica, y otros países como Suecia, a la nación eslava.

La ayuda valorada hasta la fecha por parte del Ministerio de Defensa en 48 millones, empezó con la tímida entrega de material de protección pasiva, a pasar a estar constituido por ametralladoras, munición y en especial los letales lanzagranadas Instalaza C-90.

El cambio de postura respecto al material entregado para ayudar a Kiev ha cambiado por las presiones de los aliados de la OTAN y la UE y la favorable postura de la opinión pública en favor de la ayuda militar a Ucrania, dado que al principio se apuntó a la tesis de sus socios de Gobierno de Podemos, uno de los partidos de Europa Occidental más anti OTAN y próximos a las tesis de Putin, y partidario de no entregar ninguna ayuda a los agredidos.

Si el primer envío de ayuda se compuso  de material sanitario y material de defensa y protección personal proporcionado por el Ejército de Tierra (cascos, chalecos antifragmentos y de protección NBQ), sin embargo dos días después el Gobierno de España realizó un cambio de opinión de 180º. Así el día 1 de marzo se decidió en el Consejo de Ministros la entrega de armamento o material ofensivo a Ucrania, que se materializaba entre los días 4 y 5 de marzo con cuatro vuelos de los A400M hasta la referida base polaca. En concreto los envíos partieron desde la base aérea de los Llanos (Albacete), el más próximo a los polvorines de Chinchilla, sitos en la misma provincia, que constaba de 1.370 lanzagranadas del modelo Instalaza C-90, ametralladoras ligeras y unos  700.000 proyectles. Respecto a las ametralladoras, primero se apuntó que serían las españolas CETME Ameli de 5,56 mm ya en desuso por su falta de eficacia que, junto a las belgas  FN Minimi de dicho calibre, son las únicas técnicamente ligeras. No obstante dado que la ministra negó que las Ameli fueran las entregadas, y dado que es poco probable que las costosas Minimi fueran las enviadas, se podría apuntar que las entregadas serían las medias de 7,62 mm modelo MG-3, que es la versión made in Spain del modelo alemán de la Segunda Guerra Mundial fabricadas localmente en España en el siglo XX.

Hasta la fecha el único material que usaba el Ejército de Ucrania procedente de España era el mortero embarcado Alakran de 120 mm producido por la empresa madrileña Ventura Defense (antes NTGS). Este sistema de fuegos entró al servicio de los militares de Kiev en 2019, una vez se completó su integración localmente en el vehículo blindado Bars-8, una plataforma 4×4 de la empresa ucraniana Ukroboronservice. Aunque la adquisición del sistema se realizó con total discreción, como es bastante habitual en el suministro de armamento, en 2017 según la información dada por el organismo sueco Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI).

Posteriormente, entre los días 12 y 13 de marzo se confirmaban otros dos vuelos de los inestimables A400M, que como publicó Moncloa.com se configura como un sistema esencial de la actuación de España, con sendos cargamentos de armamento, no precisado por parte del Ministerio de Defensa.

Aunque lo más probable es que se enviasen más C-90, que se fabrican por parte de la firma Instalaza en su planta de Zaragoza, un arma muy sencilla de usar y muy letal a corta distancia contra todo tipo de material blindado, incluidos los carros de combate. Este material contracarro es el más solicitado por el Ejército de Ucrania para frenar  a las columnas rusas, mediante rápidas emboscadas, y en zona urbana o Close Quarters Battle (CBQ), que se ha vuelto vital en la segunda fase del conflicto.

Aunque a los pocos días del anuncio de su entrega por parte del Ministerio de Defensa empezaron a mostrarse fotos de éstos a manos de los militares ucranios, no eran los enviados por  España, sino los de la última versión, la denominada C90-CR-RB (M3.5).

Dado que los stock de las Fuerza Armadas (FAS) españolas son de versiones previas, estos modernos C-90 serían los que les entregó Letonia antes de la guerra, lo que motivó que este aliado báltico de la OTAN hiciese un macro pedido a finales de febrero de un total de 5.942 unidades de la referida última versión.

En los dos últimos vuelos de entrega de material por parte de España, realizados los pasados días 28 y 29 de marzo, se ha incluido una de las 10 ambulancias blindadas RG-31Mk5E Nyala (Antílope),que tienen las FAS españolas  desde hace una década. Estamos ante un medio especialmente diseñado para hacer frente a las minas y los denominados artefactos explosivos improvisados o Improvised Explosive Device (IED), que internacionalmente son designados como Mine-Resistant Ambush Protected (MRAP).  En total en 2007 el Ministerio de Defensa realizó un amplio pedido de 150 MRAP RG-31Mk5E Nyala, para destinarlos a las tropas españolas inmersas de la mano de la OTAN en la guerra de Afganistán..

Aunque hablamos de un diseño de la empresa sudafricana Land Systems OMC, fueron montadas y probadas en la factoría sevillana de Alcalá de Guadaira de la firma General Dynamics European Land Systems Santa Bárbara Sistemas (GDELS-SBS), por lo que en parte podrían considerarse made in Spain.