El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha defendido que el problema actual del espacio soberanista es que hay «un exceso de personalismo y una falta de objetivación de los temas» y ha considerado que estos dos aspectos hacen que el entendimiento sea tan complicado entre ERC y Junts.
En una conversación telemática este lunes organizada por L’H Espai de Debat bajo el título ‘Rehacer Catalunya’ junto a la periodista Milagros Pérez Oliva, el expresidente catalán ha asegurado que los dos partidos del Govern deben gestionar ahora una situación «que no es de éxito, pero tienen una gran oportunidad de poner las bases del éxito del futuro».
Para Mas, no es imposible superar las diferencias «en función de las actitudes personales», y ha reclamado que se consigan consensos en los temas importantes, entre los que ha mencionado el tema del catalán en las escuelas.
«El precio que se ha tenido que pagar ha sido alto. Tenemos la obligación política de estar por encima de las cosas del día a día, de los rifirrafes», ha reclamado el expresidente catalán, que cree que no es admisible la división en temas clave.
El expresidente catalán ha asegurado que la falta de una hoja de ruta compartida dentro del soberanismo supone una «debilidad intrínseca», y ha reprochado que la represión, que considera que ha habido tras el 1-O, haya traído desunión en lugar de aglutinar y unir más el espacio ideológico soberanista.
JUNTS, EN PROCESO DE DEFINICIÓN
Mas ha afirmado que Junts es un partido que está en proceso de definición tanto ideológica como de liderazgos, pero considera que ‘familias’ como la del exconseller Jordi Turull y la presidenta del Parlament, Laura Borràs, «pueden convivir» dentro del partido.
Sobre el papel del expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, Mas ha sostenido que su papel dependerá del Estado, de si le tiene en cuenta como interlocutor, y ha añadido que Puigdemont «se implicaría en una posible solución» y tendría una actitud de escucha.
Preguntado por si debería de dar un paso a un lado dentro de Junts, el expresidente Mas ha dicho que eso lo debe decir Puigdemont, pero ha asegurado que es «un hombre poco de partido, pese a que fue militante de CDC desde los años 80».
«Si Puigdemont decide no seguir, hay un mundo que se debe llenar: debe haber un nuevo presidente, una nueva ejecutiva y cargos. Si definen bien la ideología y los liderazgos, se acabará esta confusión», ha destacado Mas.
En cuanto a la mesa de diálogo, Mas cree que Junts no se opone de forma «frontal y radical», porque designó representaste para asistir a este espacio, y ha criticado que la actitud del Gobierno no es de diálogo y no se lo toma tan en serio como deberían, ha dicho textualmente.
Mas también ha sostenido que le «entristece» la disgregación del espacio de CDC, pero ha deseado que salga lo mejor posible de cada uno de los espacios si no son capaces de unirse, al ser preguntado por el proyecto de Centrem, liderado por la exlíder del PdeCat, Àngels Chacón.