Altos cargos del Ministerio de Justicia se hartan de la inactividad de Pilar Llop: «No hace nada»

Pilar Llop se quiere mantener inmaculada. No quiere que ningún escándalo la salpique ni que nadie haga un movimiento en su Ministerio de Justicia que lleve su nombre al primer plano. Tal es la obsesión de Llop de mantenerse impoluta de cara a los medios, que las quejas en su ministerio se dejan ver, especialmente entre los directores generales. La ministra aún no ha hecho prácticamente nada. Sigue encerrada en una urna de cristal a la espera de que se anuncie lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le ha prometido: será la candidata en las elecciones de la Comunidad de Madrid y la encargada de acabar con el reinado de Isabel Díaz Ayuso (una tarea que dan prácticamente por imposible) y de revertir el sorpasso de Más Madrid.

«A la Comunidad de Madrid se va a perder», detallan fuentes de Ferraz. Llop lo sabe, pero la Asamblea no es nueva para ella. El problema es que la ministra está tan centrada en no perjudicar su imagen de cara a las elecciones que ha dejado de lado sus responsabilidades de ministras, tal y como detallan fuentes del Gobierno. Llop lo reconoce en las comidas y en los encuentros privados que mantiene con sus colegas de profesión. No es la primera vez que asegura que ella tiene el encargo de ser la candidata. El problema es que tiene la obligación de ser discreta, entre otras cosas, para que los que aspiran al cargo no se rebelen contra el partido (especialmente el secretario general del PSOE de Madrid).

El enfado en el Ministerio de Justicia es notable. No hay que olvidar que todos los altos cargos de los que dispone Pilar Llop le han venido impuestos. Ella no ha nombrado prácticamente a nadie relevante en el ministerio: todos los ha heredado de Juan Carlos Campo y alguno que otro le ha venido impuesto por Margarita Robles, la ministra de Defensa con pretensiones de controlar también la Justicia española. Con este escenario, sus directores generales hablan y aseguran que Llop ha dejado de ser ministra porque no quiere desgastar su imagen. Con la renovación del Consejo General del Poder Judicial pendiente, la titular de Justicia ha desaparecido incluso en los debates que del Consejo de Ministros.

Sus apariciones son completamente prescindibles. No saca titulares ni intención que tiene. La ministra tiene otros planes de cara al futuro y desde el PSOE le han avisado que la decisión está tomada. Sánchez quiere mujeres en Madrid y ha decidido que el tándem que se presente a las elecciones municipales y autonómicas sea el de Mercedes González, delegada del Gobierno en la capital, al Ayuntamiento y el de Llop a la Comunidad. El problema es que desde Ferraz han pedido discreción y Llop eso lo lleva a rajatabla (excepto en alguna que otra comida en la que se le ha escapado la obviedad que manejan en el partido).

«ella tiene la vista puesta en su candidatura, nada más»

El malestar en el Ministerio de Justicia viene de lejos. Cuando el presidente del Ejecutivo echó de una patada a Campo, algo que ni el propio ministro se esperaba, vieron que Sánchez tenía poca mano izquierda para gestionar asuntos internos. Desde ese mismo momento, sumado al bloqueo del Consejo General del Poder Judicial, buena parte de los altos funcionarios del ministerio de Justicia comenzaron a comentar su malestar. El ministerio se había convertido en una herramienta inútil para Sánchez y así se empezaron a sentir los altos mandos. Con la llegada de Llop hubo ciertas esperanzas que desaparecieron en cuanto se vio que Llop no tenía ninguna intención de avanzar en asuntos internos del ministerio: «ella tiene la vista puesta en su candidatura, nada más».

El presidente ha puesto a sus dos pitbull políticos a defender los asientos. Adriana Lastra y Santos Cerdán se encargan de que los espacios reservados por Sánchez para Mercedes y Pilar no se alteren. El problema es que hay una diferencia significativa: con la Comunidad de Madrid, Sánchez deja creer a Juan Lobato que será él el candidato cuando le ha prometido el puesto a Llop, tal y como han asegurado a MONCLOA.com fuentes solventes de Ferraz. La única orden que ha recibido la ministra de Justicia de los pitbull del PSOE es simplemente que tenga cuidado con su imagen porque tendrán que explotarla en poco más de un año. Concretamente, en mayo del año que entra.

Mientras que Lobato prepara el terreno, Ferraz mantiene conversaciones privadas con Llop en las que le recuerdan constantemente que solo importa la candidatura a la Comunidad de Madrid. El bloqueo del Consejo ayuda a mantenerse impoluta y sin mancharse, pero ahora, que vienen curvas, Llop sigue empeñada en no entrar en ningún tema político mientras los altos cargos de Justicia se quejan por la inactividad de la ministra. Algún foco y poco más. Solo se abrirá el juguete cuando toque presentarlo en la Comunidad de Madrid. Su misión principal: superar a Más Madrid y recuperar el espacio como líder de la oposición.