Quién no recuerda esa marca que impera en los baños o en algunas cerámicas llamada Porcelanosa. ¿Y ese grupo empresarial llamado Maxam? Ambas son compañías españolas que han prosperado en tiempos de paz, pero que parece que también hacen negocio en tiempos de guerra. Estas empresas no han tenido ningún reparo en mantener vínculos con Rusia incluso después de que el presidente Vladimir Putin haya invadido Ucrania dejando miles de escenas para el olvido plagadas de muerte y destrucción. Aún así, ‘la pela es la pela’ y Porcelanosa y Maxam han mantenido activos sus vínculos comerciales con Rusia independientemente de las sanciones que Occidente impone a Putin. Ha tenido que venir el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a hablar en el Congreso de los Diputados para sacar los colores a estos empresarios que aún siguen ganando dinero a pesar del horror que azota un país del centro de Europa.
Zelenski ha dejado pedido a las empresas españolas que «dejen de hacer negocio con Rusia» de una vez por todas, que se sumen al son de las restricciones impuestas por todo Occidente y, para problemas de imagen de algunos, ha mencionado algunas empresas como Porcelanosa, Maxam o Sercobe. Hay quien ha tomado la decisión de perder dinero por una cuestión moral. Inditex es un buen ejemplo de ello, dado que ha cerrado todas sus tiendas en Rusia después de que Putin tomara la decisión de invadir Ucrania. El presidente ucraniano ha insistido en que «las sanciones tienen que ser más duras», en clara referencia a que hay empresas que parecen hacer oídos sordos a lo ocurrido en su país. Otras empresas que han dejado los negocios con Rusia han sido H&M, automovilísticas como Volvo o Renault; Ikea, Adidas, Nike, Amadeus, Airbnb o Netflix.
PORCELANOSA Y RUSIA
La pregunta es qué necesidad real tienen empresas como el grupo Maxam o Porcelanosa de mantener abiertos todos los lazos económicos con Rusia. Héctor María Colonques Moreno es el presidente de Porcelanosa y el que ha decidido mantener completamente abiertos los diálogos con el país de Putin. A él le siguen Silvestre Segarra Segarra como vicepresidente y María José Serrano Manzanet como secretaria, aunque es la que más lazos tiene con la propiedad de la empresa. Curiosamente, los dos primeros se han estrenado en el cargo hace poco más de un mes, vamos, que su primera decisión ha sido la de mantener los lazos económicos con Rusia completamente abiertos para que Porcelanosa mantenga una cifra de negocio e importe neto de más de 150 millones de euros (en 2019, la empresa ganó nada menos que 172 millones).
María José Soriano y Silvestre Segarra son los máximos accionistas de la empresa y unos de los 100 españoles más ricos
Porcelanosa pertenece a la familia Soriano. María José Soriano y Silvestre Segarra son los máximos accionistas de la empresa y unos de los 100 españoles más ricos del país. Esos millones no se amasan solos, y mucho menos dejando caer negocios por cuestiones morales. En este caso, Silvestre y María José han tomado la decisión, en calidad de accionistas, de que es mejor mantener abiertos los vínculos con Rusia independientemente de lo que hagan los países de la OTAN. El idealismo no suele llenar los bolsillos, una máxima que en Porcelanosa se ha dejado entrever en una comparecencia del presidente de Ucrania en el Congreso.
Entrando en cifras más específicas, los accionistas mayoritarios de Porcelanosa aparecen en el puesto 79 de la lista de Forbes con una fortuna de nada menos que 500 millones de euros. Parte del negocio, por supuesto, es el que mantienen con Rusia. Porcelanosa vende cerámicas y es común que vista los baños de tu casa. También está muy presente en Rusia y la cerámica y porcelana ha seguido enviándose a Moscú y sus aledaños a pesar de que Putin haya tomado la decisión unilateral de invadir un país vecino, por no hablar de las matanzas que han tenido lugar en Ucrania. Todo esto lo ha afeado Volodímir Zelenski en el Parlamento.
«Desde que se inició el conflicto Porcelanosa tomó la decisión de paralizar cualquier actividad económica en Rusia, donde no existe una red de distribución propia, como sí sucede en España, EEUU, Italia o Francia, entre otros. La única acción comercial que ha tenido lugar en Rusia responde al mínimo de los contratos fijados con los distribuidores multimarca antes de la guerra», ha señalado el grupo en un comunicado. Pero Zelenski no lo ve así.
MAXAM Y EL NEGOCIO DE LA GUERRA
Maxam es una empresa minería, obra civil y defensa. La guerra no es mal negocio en estas circunstancias y tratando con este tipo de productos. Algunos la han confundido con Marsans, el complejo turístico que quebró en 2010, pero nada que ver. Zelenski se refería a Maxam, una compañía a la que la guerra no le ha venido mal para hacer caja. La parte de armamento es la que ha hecho de oro a esta empresa con la invasión de Ucrania. Pese a que Maxam también toca otros palos como la minería o los productos químicos, ha sido la parte de armamento la que se ha disparado con la invasión y con las matanzas.
SERCOBE SE CAE
Hay otra empresa que Volodímir Zelenski ha mencionado. Una compañía que es la Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo. «Quiero dirigirme a compañías como Maxam, Porcelanosa y otras compañías que dejen de hacer negocios con Rusia», ha dicho Zelenski. Tras esto, le tocó su turno a Sercobe. La reacción de esta empresa se ha quedado en el tintero, a diferencia de Porcelanosa que sí ha salido a explicar que, efectivamente, tienen negocios con Rusia pero no de forma tan intensa como la gente se pueda pensar. Sin embargo, lo curioso ha sido que la web de Sercobe se ha caído. No se sabe exactamente cuando, pero sí que cuando Zelenski les mencionó ha sido complicado acceder a la información de esta empresa. Al menos la que tenían en su web.