El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; y el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, han mostrado su apoyo a la familia de Erika, la menor de 14 años asesinada este martes en el barrio de Vallobín.
Tras la concentración de cinco minutos organizada por el Consistorio, en la que participaron junto a la corporación municipal, diputados y diputadas de la Junta General y miembros del Gobierno del Principado, los tres dirigentes atendieron a los medios de comunicación para trasladar el pésame a la familia, amigos y comunidad educativa de la niña, al tiempo que reclamaron contundencia en la condena al culpable del asesinato de la menor.
La delegada del Gobierno manifestó la «más absoluta condena» a un hecho «tan abominable». «Han asesinado vilmente a una niña de 14 años; eso no podemos olvidarlo. Por eso, todas las medidas que se tomen en la lucha contra este tipo de violencia son pocas y deben ser apoyadas por todo el arco parlamentario», ha dicho.
Del mismo modo, Losa ha incidido en que ha sido asesinada una persona «indefensa que tenía toda la vida por delante». «Se produce un desgarro enorme en el alma cuando vemos que pasa esto», afirma, recordando que se ha decretado el secreto de sumario en las actuaciones.
No obstante, la delegada ha comentado que las investigaciones van «con una celeridad suprema porque la Policía Nacional tiene un empeño especial en que este crimen se resuelva lo más pronto posible». «Yo creo que hay pruebas suficientes para que la investigación no se vea entorpecida y yo creo que más pronto que tarde vamos a tener ya el resultado final que permita que este vil asesino pague su culpa», ha remarcado, añadiendo que el detenido se encuentra «bien» y está recibiendo tratamiento y cuidados por parte de una sociedad «a la que él hace daño».
Por su parte, el presidente asturiano también ha calificado de «vil» el asesinato de Erika. «Hay que ponerle nombre a las personas», argumenta Barbón, condenando el acto de «un miserable, un asesino» que quitó la vida a una niña. «Me quedé en shock», admite, apuntando que todo el entorno familiar y escolar están «destrozados» como lo está también «el conjunto del pueblo asturiano».
Barbón espera que la investigación vaya «a todo ritmo» y que se enjuicie al culpable y que la condena sea «la mayor posible dentro del límite de la ley». «Que caiga todo el peso de la ley», ha dicho, afirmando que es un día «negro» que no se va a olvidar «por desgracia, jamás».
«Tristeza, tristeza y tristeza», así ha definido el sentimiento de Oviedo su alcalde, Alfredo Canteli, quien ha insistido en que «no hay derecho a que se siegue la vida de una niña de 14 años de la forma que se hizo». «Que caiga sobre el autor todo el peso de la ley y que yo nunca lo vea en la calle», ha afirmado. Del mismo modo, ha trasladado «un abrazo para toda la gente que la quería».
A la concentración también acudieron miembros de la comunidad educativa del IES de La Ería, en el que estudiaba la menor, y del Colegio María Inmaculada, en el que trabaja su madre. Igualmente, guardaron un minuto de silencio en el Hospital de Jove, donde trabajaba el padre de la niña.
La secretaria del colegio, Begoña Rubio, agradeció el apoyo de medios y el conjunto de la sociedad, explicando que habló esta mañana con la madre y ambas compañeras se pusieron a llorar. «Lloramos las dos. Yo soy madre también y es muy duro. Esta situación es muy dura. La familia tiene que estar pasándolo muy mal», ha relatado, deseando que «ojalá no vuelva a pasar».