El Partido Popular lo tiene claro: no quiere a Susana Pérez Quislant como alcaldesa de Pozuelo de Alarcón ni un año más. La regidora lleva mucho tiempo en la cuerda floja. Quizá demasiado. Pero el casi esguince de cuello que le produjo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido el detonante de su salida. Su único salvavidas era Teodoro García Egea, y con su salida ya no le quedan amigos en el Partido Popular. Y verla ahora abrazando efusivamente a Ayuso cuando nunca la defendió en sus momentos más bajos (además de que apoyaba a Génova cuando atacaban a la presidenta autonómica) la ha puesto en el punto de mira. Desde la formación conservadora lo confirman: no seguirá en 2023. Por eso ya hay tres nuevos candidatos que aspiran a ser cabezas de lista. Hablamos de un consejero y dos diputados autonómicos. Desde e Ayuntamiento de Pozuelo ya miran a través de Quislant porque la ven fuera.
Malas noticias para Regodón, el marido de la alcaldesa enchufado en e grupo popular del Ayuntamiento. Toda la familia Regodón Quislant saldrá por la puerta de atrás porque no parece que les vayan a reservar ni un retiro dorado. En su lugar, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, la diputada Yolanda Estrada (mujer de Juan Carlos Vera, que ahora está de nuevo en el aparato organizativo de la formación con Feijoo) y el diputado José Virgilio Menéndez Medrano, preparan motores para la carrera que se avecina. El cadáver político de Quislant ya huele y los sustitutos han comenzado a tantear las posibilidades que tienen. Queda un año para las elecciones y menos para decidir quién sustituirá a Quislant. Es muy difícil perder las elecciones en Pozuelo de Alarcón si representas al Partido Popular.
Quien más probabilidades tiene de convertirse en candidato del PP a la alcaldía de Pozuelo de Alarcón es el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Es el presidente del PP del municipio más rico de España y además desde Sol le quieren dar un retiro dorado donde no se canse demasiado. Se planteó la posibilidad de mandarle a Pozuelo hace dos años y aún no se ha descartado. Esta sería una de las elecciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, pero ahora hay nuevas fichas en el tablero.
El caso de Yolanda Estrada no es nuevo. Tiene buena relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid y su pareja tiene mano con Feijoo. Este argumento pesa mucho, pero lo cierto es que fuentes del Partido Popular de Galicia insisten en que el presidente gallego no tomará decisiones respecto a los municipios de Madrid. El PP de la Comunidad se quedará para Ayuso y ella decidirá quién va o quién no. La diputada tiene muchas posibilidades, pero antes habría que buscar otra salida digna para el consejero de Sanidad. Se la merece después de enfrentarse a la pandemia en tiempos difíciles, dicen desde el PP. Estrada quiere más y sabe que no tiene mucha más proyección que ir a Pozuelo. Al igual que con Noelia Núñez, la salida está en ser cabeza de lista de un gran municipio.
El otro desconocido que ha entrado en el bombo es José Virgilio Menéndez. Este diputado curiosamente se ha colado en las quinielas en cuando el cadáver político de Quislant ha trascendido al partido y a la Asamblea. Ayuso tomará y hará con el PP de Madrid lo que considere porque Feijoo así se lo ha prometido. Esto es otro argumento más que refuerza la idea de que Quislant está más fuera que dentro del partido y de la candidatura de Pozuelo (por mucho que ganara las anteriores elecciones) y la razón por la que Virgilio se ha apuntado a la carrera por ser candidato de Pozuelo. Pero no hay que preocuparse, habrá muchos más cargos que caerán con Quislant.
LOS MURCIANOS DECIDEN EN POZUELO
La salida de Susana Pérez Quislant no será la única. Todo su equipo desfilará con ella porque Pozuelo tiene la curiosidad de que fue montado por Teodoro García Egea. Quislant era su protegida, razón por la que fue capaz de colocar a su marido como asesor en Madrid. Pero el segundo teniente alcalde de Pozuelo, Francisco Melgarejo Martínez, que es murciano, también desfilará de los primeros. Otros que están bajo el foco son Eduardo Oria, de Villalba y afiliado de Tetuán, quien fue capaz de retener una foto, según fuentes del PP, en la que se le veía poco amistoso en una manifestación contra José Bono así como la jefa de gabinete de Quislant.
