Desde el pasado mes de marzo, en la más total discreción tanto por parte estadounidense como española, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos mantiene desplegados en la base aérea de Morón (Sevilla) un destacamento de cuatro de sus aparatos de última generación Boeing KC-46 Pegasus, especializados en misiones de reabastecimiento de vuelo.
Este nuevo despliegue realizado por parte de las Fuerzas Armadas (FAS) de los Estados Unidos en una de las dos instalaciones españolas en las que tienen presencia permanente demuestra una vez más la gran importancia de España para la política de defensa de Washington. Los destacamentos de aviones de reabastecimiento en vuelo o tanker o con capacidad Air-to-Air Refueling (AAR), como se les denomina internacionalmente, norteamericanos en la citada base de Morón y en la otra base de utilización conjunta, la muy cercana de Rota (Cádiz), son muy habituales desde la ya muy lejana presencia de Estados Unidos en ambas instalaciones, que se remonta a los años cincuenta del pasado siglo.
En este campo de los AAR, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos o United States Air Force (USAF) está actualmente en fase de reemplazar progresivamente sus veteranos Boeing KC-135 Stratotanker y KC-10 Extender por los nuevos KC-46, que se basan en el transporte comercial Boeing 767. Este último, tras sufrir tanto en su desarrollo como en sus vuelos de pruebas múltiples problemas técnicos de todo tipo, superados a costa de retrasos e importantes subidas de sus costes, se ha logrado poner en servicio. Ahora, por primera vez con los KC-46 se ha creado una unidad de AAR expedicionaria, que se conforma con cuatro de estos modernos aparatos aportados por la 22 Ala de Reabastecimiento Aéreo o Air Refueling Wing (ARW), y los escuadrones o Air Refueling Squadron ARS) 56 y 133, Unidades que tienen sede en McConnell (Kansas), Altus (Oklahoma) y Portsmouth (New Hampshire), respectivamente.
Este movimiento estratégico, que se materializaba entre los pasados días 17 y 18 de marzo, refuerza la capacidad de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en Europa o USAFE en el vital campo del AAR, en un momento muy crítico con una guerra abierta en Ucrania, ante la invasión por parte de Rusia.
Hasta la fecha la mayoría de dichos destacamentos se realizaban con los veteranos aparatos KC-135, normalmente con los asignados a la denominada 100 ARW de la USAFE, que tiene sede permanente en la base aérea sita en Reino Unido, la denominada como RAF -Mildenhall, el prefijo RAF (Royal Air Force) denota que la instalación es técnicamente de las Reales Fuerzas Aéreas británicas, aunque de facto es de control plenamente norteamericano.
Desde hace años la base tiene un especial protagonismo como punto de escala de las formaciones de aviones de combate norteamericanos (tanto de la USAF como de su Marina (US Navy) y los Marines) que vuelan entre Estados Unidos y Oriente Medio, para sostener las operaciones aéreas contra el terrorismo islámico, especialmente en Irak y Siria. Estas formaciones son acompañadas para poder materializar el salto del Atlántico desde la Costa Este de Norteamerica por los citados KC-135 y KC-10, y desde hace un par de años también por los KC-46 hasta Morón, y desde allí hasta el referido escenario bélico, especialmente a la base de la USAF sita en Baréin (Golfo Pérsico), y viceversa.
Ahora a esa actividad AAR, se incorpora en la base la referida Unidad expedicionaria de KC-46 Pegasus, que realizan a diario las misiones encomendadas por la USAFE, que manda el general (cuatro estrellas) Jeffrey L. Harrigian desde la base de Ramstein (Alemania), que se centran en repostar a los aparatos de combate de los Estados Unidos que operan en el amplio teatro de operaciones de Europa, que se han incrementado desde el inicio de la guerra de Ucrania.
Especialmente apoyan a los múltiples aviones, tanto de los Estados Unidos como de la OTAN, aunque también de otras naciones como Suecia, especializados en misiones de reconocimiento, vigilancia e inteligencia o Intelligence, Surveillance and Reconnaissance (ISR). Estas aeronaves sobrevuelan permanentemente las zonas fronterizas con Ucrania, de Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumania, además del Mar Negro de la costa de Ucrania, para obtener datos ISR de los invasores rusos, que se transmitirían en tiempo real a las FAS de Ucrania, información que ha sido utilizada para centrar los contraataques de Ucrania contra los blancos más sensibles de los invasores.
Así los KC-46, una vez completan el trayecto entre la base andaluza y el Este de Europa, empiezan a realizar a dar vueltas, mediante los denominados de hipódromos por su traza de vuelo, a la que se acercan los aparatos aliados, como son los también Boeing E-8C Joint Surveillance Target Attack Radar System (JSTARS) para repostar y seguir cumpliendo la misión de captación ISR. Además también llenan los depósitos de los aviones de combate de la Alianza, que patrullan sobre las citadas naciones de la OTAN colindantes con Ucrania y Bielorrusia, que es el títere de Rusia desde donde salieron las columnas rusas que intentaron tomar, sin éxito, Kiev.