La necesaria renovación de los aviones apagafuegos del Ejército del Aire

El reciente anuncio de la  empresa canadiense De Havilland Canada de que lanzaba el programa de construcción de su esperado nuevo avión apagafuegos anfibio,  tras obtener compromisos de compra  de 22 unidades por varios clientes europeos, sería una buena noticia para reequipar la capacidad  del Ejército del Aire español en este crucial campo.

Un año más durante estos meses de primavera el 43 Grupo de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire está centrado en preparar minuciosamente la campaña de incendios de 2022 que empieza el 15 de junio. Uno de los puntos clave de estos prolegómenos es centrarse en las tareas de mantenimiento/sostenimiento de sus aviones apagafuegos, para tener operativos durante los intensos meses de verano el mayor número posible.

Cada año en España los incendios forestales arrasan aproximadamente 100.000 hectáreas de superficie forestal, aunque en algunos años como el 2012 fueron muchas más, ya que llegaron a 166.000.  Ante este desastre ecológico, uno de los principales elementos de respuesta con los que cuenta el denominado Comité Estatal de Coordinación (CECOD), en el que participan entre otros organismos el  Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), son los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de la que depende el citado 43 Grupo a efectos operativos, que coordinan su participación  a través de la Dirección General de Política de Defensa.

Desde hace muchos años el principal instrumento de trabajo del 43 Grupo es su flota de 18 aviones Canadair /Bombardier de los modelos CL-215T (14 unidades) y los más modernos CL-415 (4 aparatos), que aunque en algunos casos son muy veteranos están perfectamente mantenidos tanto por la Unidad como por la Maestranza Aérea de Albacete (MAESAL), una de esas unidades del Mando de Apoyo Logístico (MALOG) del Ejército del Aire tan desconocidas  como eficaces.

Pero ese intenso trabajo de mantenimiento/sostenimiento no es óbice para que dicha flota necesite ser renovada, al menos cinco de los CL-215T más antiguos entregados en 1979 (tres) y 1984 (dos), que en origen llevaban motores de pistón que fueron modernizados a principios de los años noventa, instalándoles propulsión turbo hélice, de ahí su designación T. Ya desde mitad de la pasada década el Ejército del Aire comenzó los contactos con la empresa canadiense Vicking Air Limited, que en 2016 se quedó con los derechos de fabricación, modernización, certificación, etc de los citados CL-215T/CL-415, que en la Institución son designados cariñosamente como “botijos”.

El problema básico durante estos años es que dicha empresa no tenía los clientes que aseguraran la viabilidad económica del programa de lanzamiento de una nueva versión de los míticos apagafuegos, que se denomina como Enhanced Aerial Firefighter (EHF), que ahora según se anuncia ya se habrían encontrado. Aunque el programa sigue liderado por la referida empresa Vicking Air, en febrero de 2022 De Havilland Canada se convirtió en la marca operativa de las empresas que anteriormente operaban como Longview Aviation, Viking Air Ltd, Pacific Sky Training y la propia De Havilland Canada, por lo que ese nuevo EHF es denominado como DHC-515Firefighter.

En la nota de prensa del 31 de marzo en la que De Havilland Canada anunció la puesta en marcha de la línea de fabricación del DHC-515 no se menciona a ninguno de los futuros compradores de los mencionados  22 ejemplares, uno de ellos podría ser España. Aunque el hecho de que no haya sido anunciado por parte del Gobierno de España,  cuando es además una decisión pro-ecologista muy fácil de vender, alejaría en principio el necesario reequipamiento del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas. Aunque la puesta en marcha es sin duda una buena noticia, ya que posibilitaría un posterior encargo por parte de España.

Actualmente existen muy pocas opciones en este campo, aparte del interesante proyecto en vías de desarrollo de la empresa belga Roadfour con su Seagle; en el mercado  solo fabrican apagafuegos anfibios de tipo medio  la empresa rusa Beriev y la japonesa ShinMaywa.  

El nuevo DHC-515, que externamente es casi idéntico a los citados, ha sido diseñado para ser dotado de importantes actualizaciones que aumentarán la funcionalidad y la eficacia de este legendario avión de extinción de incendios, según la empresa.

Así el nuevo anfibio canadienseigualará a sus citados legendarios antecesores en términos de resistencia y robustez, aunque estará dotado con una aviónica de última generación, que se presentará a sus pilotos mediante un cockpit dotado de pantallas digitales multifunción y un sistema de proyección de datos head-up display (HUD). También incorporará un sistema de navegación de última generación en 3D muy útil e para realizar las descargas de agua a baja altura. Decisivo es el aumento del agua que alojan sus rediseñados depósitos, que pasa de los 6.000 litros que puede llevar los actuales aparatos CL-215T y CL-415, a los 7.000 del futuro DHC-515.