Ferraz prevé «fulminar» a Juan Espadas si hay un mal resultado en Andalucía

En Ferraz quieren sangre. El haber perdido una comunidad autónoma como Andalucía, feudo histórico del Partido Socialista, aún pesa en la conciencia de muchos. Y que el exalcalde de Sevilla Juan Espadas tenga las mismas opciones electorales que otros partidos minoritarios empieza a hartar a mucha gente en el partido. La idea que tienen en Ferraz es simple. Ya dan por absolutamente perdidas las elecciones, al igual que en la Comunidad de Madrid. Pero confían en que el mal resultado de Espadas les dé margen para echarle y buscar a otro candidato. Felipe Sicilia es uno de los nombres que suenan para hacerse con la candidatura, pero el PSOE quiere un golpe de efecto similar al que tiene Macarena Olona en Vox. Necesitan recuperar Andalucía «como sea», deslizan desde Ferraz.

Espadas ni vencerá ni convencerá. El PSOE da por perdidas las elecciones andaluzas. No tienen ninguna esperanza. Las encuestas auguran que Espadas no conseguirá ni tener opciones para gobernar. La suma de PP y Vox será más que suficiente para que el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, siga en San Telmo. Pero son unas expectativas que desde el PSOE no celebran bajo ningún concepto y por las que culpan a Espadas. Las encuestas son eso, solo unas encuestas. Pero casi siempre reflejan la realidad. El PP tiene el debate de si dependerá de Vox más o menos, pero no se habla sobre las opciones de Espadas y desde Ferraz ya se han puesto manos a la obra. Sicilia entra en sus planes, pero tampoco las tiene todas consigo dado que no todos creen que vaya a tener el «efecto Olona» que impulse al PSOE.

El PSOE se ha quedado sin uno de sus mayores feudos. Tienen algunas comunidades autónomas importantes, pero perder Andalucía ha supuesto un gran problema para los planes de Sánchez. Espadas mantiene poco trato con Moncloa y con Ferraz. Solo Adriana Lastra y Santos Cerdán mantienen contacto telefónico espontáneo. Pero las malas expectativas han convertido al exalcalde de Sevilla en un «paria» para un PSOE que busca desesperadamente caras nuevas. Lo que tienen claro en el partido es que el candidato socialista a Andalucía tiene las horas contadas, pues en cuanto pierda las elecciones autonómicas se irá fuera.

el presidente no tiene intención de arropar al candidato

El propio presidente del Gobierno ha dado la espalda a Espadas porque no considera que tenga que perder tiempo con el candidato andaluz. La maquinaria de Moncloa es tremendamente oportunista y en el caso de Andalucía, que prevé una pronta convocatoria electoral en cuestión de meses, el presidente no tiene intención de arropar al candidato más de lo necesario. El un caballo perdedor y el líder socialista no se quiere mezclar con él, a diferencia de otros.

Los planes de Moncloa con Andalucía son claros: tomar el control del partido e imponer un candidato o candidata del gusto del presidente. Espadas consiguió entonces imponerse porque ganó las primarias y porque era el mal menor para Sánchez. Entonces, echar de una patada a Susana Díaz era una prioridad para el presidente del Gobierno y el exalcalde de Sevilla era siempre mejor opción que mantener a quien quiso expulsar a Sánchez de la candidatura. Pero con el paso del tiempo, ese mal menos se ha convertido en un problema que Sánchez quiere quitarse de encima lo antes posible. Pero las elecciones se celebrará con Espadas como candidato. El sevillano tendrá una oportunidad antes de que Ferraz le fulmine. Adriana Lastra y Santos Cerdán llevan tiempo afilando el cuchillo político para quitarse de encima a un candidato que no convence.

SICILIA, AL RESCATE

Felipe Sicilia era la primera opción de Sánchez para hacerse con la candidatura, pero Espadas se impuso por su peso interno en el PSOE de Andalucía. Ahora bien, las malas expectativas del partido han abierto un margen de maniobra que permitirá a Sicilia hacerse con el control de las cámaras. La idea que tiene Ferraz es la de dar más protagonismo a Felipe en la precampaña para intentar que el PSOE remonte «algo» en los sondeos. Desde la formación temen que el batacazo sea tan sonado que el resultado electoral de los socialistas se equipare con el de otras formaciones de izquierda. Si la expresidenta de Andalucía enseñó al PSOE el camino al fracaso, Juan Espadas ha pisado el acelerador. Y la idea que tienen en Ferraz es que Sicilia puede, al menos, levantar el pie del pedal.

Aún así, Sicilia no es la única opción que tiene el PSOE para sustituir a Espadas. Está ahí para maquillar el resultado, pero no es el salvador que tiene en mente el presidente. Hay muchas opciones sobre la mesa, pero Felipe Sicilia tan solo podrá optar a la candidatura si es capaz de maquillar el resultado en estos comicios autonómicos. Fuera de esto, Moncloa buscará una revolución interna dado que el PSOE no concibe aún el haber perdido de forma tan estrepitosa esta comunidad autónoma.