La Marina de los Estados Unidos acaba de enviar un nuevo navío de combate a Europa, que pasará a tener base en la estación naval de Rota (Cádiz), el moderno destructor USS “Paul Ignatius”.
Aunque no está confirmado oficialmente, podría ser uno de los dos nuevos destructores que planea desplegar en España el Departamento de Defensa de Estados Unidos, con lo que se reforzaría sustancialmente la actual capacidad de combate naval tanto cualitativamente como cuantitativamente. Según manifestó el pasado mes de marzo el máximo responsable militar de la OTAN y jefe del Mando Europeo de Estados Unidos o European Command (EUCOM), el general norteamericano (cuatro estrellas) Tod Wolters, España está dispuesta a acoger dos destructores más en la base naval de Rota. El militar realizó estas declaraciones durante una comparecencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado de los Estados Unidos para explicar las medidas que se están tomando para contrarrestar la invasión rusa de Ucrania.
El pasado día 27 de abril zarpaba de la estación naval de la Marina de los Estados Unidos o US Navy de Mayport (Florida) el destructor porta misiles guiados de la clase Arleigh Burke, USS “Paul Ignatius” (DDG 117). El navío realizará una de las típicas patrullas navales, aunque en este caso pasará de estar a las órdenes de la denominada Segunda Flota o U.S. Second Fleet (que cubre el Atlántico) a las de la Sexta Flota/U.S. Sixth Fleet, que tiene la responsabilidad de las operaciones de Europa y Africa incluido el Mediterráneo. Aunque los más novedoso es que tras finalizar la misión no volverá a la soleada Florida, sino que recalará en la base española de utilización conjunta de Rota, ya que ha sido asignado a la denominada fuerza de destructores o DESRON (Destroyer Squadron Sixty) 60. Según la US Navy esta llegada se enmarcaría en la gradual rotación de los destructores a largo plazo.
Esta fuerza naval, la principal de la Sexta Flota, ha contado desde 2015 con 4 de estos navíos de combate, aunque en 2019 trascendió que Washington tenía la citada intención de reforzarla con dos 2 nuevos destructores. Por tanto el Departamento de Defensa de Estados Unidos negoció con el Gobierno de España la luz verde del refuerzo de dicha agrupación naval, con una total discreción, sobre todo por parte de Madrid, posiblemente para evitar que sus socios de Podemos, abiertamente contrarios a la OTAN, torpedeasen la entente.
La autorización, que fue desvelada indirectamente por el citado militar al frente de la EUCOM, supone además un importante aumento de la presencia del personal de la US Navy en Rota de unos 650 efectivos, dado que la dotación de los de la moderna variante Flight IIA, como es el DDG 117, de los navíos clase Arleigh Burke es de 323 personas.
El moderno USS “Paul Ignatius”, entregado a la US Navy en julio de 2019, se une así a los actuales cuatro buques del DES 60, que son actualmente el USS “Arleigh Burke” (DDG 51), el USS “Ross” (DDG 71), el USS “Porter” (DDG 78) y el USS “Roosevelt” (DDG 80), lo que según el Departamento de Defensa de los Estados es un claro ejemplo de la apuesta de refuerzo a los aliados de la OTAN del otro lado del Atlántico. De hecho esta poderosa fuerza naval se define por el Pentágono como despliegue naval avanzado en Europa o Forward Deployed Naval Force-Europe (FDNF-E).
Una de las consecuencias más positivas del refuerzo de la FDNF-E fue la firma de un nuevo contrato de mantenimiento y reparación para estos buques por parte de la US Navy con la empresa pública española Navantia. En concreto en marzo de 2021 se formalizó la entente con la Unidad de Negocio de Reparaciones de Navantia de la Bahía de Cádiz, que triplicaba el montante del acordado en 2013, ya que pasa de 229 millones de euros a 822.
Previamente en diciembre de 2019, una comisión de técnicos del Departamento de Defensa/US Navy visitó las instalaciones montadas por Navantia en el puerto de Rota, en cuyo muelle 1 tienen base los destructores norteamericanos, además del astillero de Cádiz. La positiva opinión obtenida durante la visita y la gran experiencia acumulada desde que en 2014 Navantia empezó a cumplir el contrato firmado en 2013 convenció a los norteamericanos para dar luz verde a la nueva entente.
El contrato ya en marcha prevé el mantenimiento y reparación de los referidos destructores, y además eventualmente de otros buques de la US Navy. También supondrá una gran carga adicional de trabajo. Así los actuales 450 trabajadores implicados, tanto de Navantia como de la industria auxiliar, se irán incrementando según fuentes de la empresa a casi un millar, a medida de que lleguen los dos destructores adicionales.
Los destructores Arleigh Burke son actualmente la columna dorsal de los navíos de combate de la US Navy, dado que ya cuenta en servicio con en torno a 70 de estos destructores, estando encargados otra veintena.
Durante estos años, el primero se entregó en 1991, se han ido potenciando e incrementando las capacidades del diseño, lo que les ha llevado a pasar de las 8.184 toneladas de desplazamiento de las primeras unidades a las 9.500 de los últimos entregados de la variante Flight III.