Rufián ve «un problema» si el CNI entrega autorizaciones judiciales para pinchar teléfonos por ser independentistas

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha asegurado que si la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, entrega pruebas este jueves en la Comisión de Secretos Oficiales que se celebra en el Congreso de que hubo autorización judicial para «pinchar» el teléfono a más de 60 personas por ser independentistas «es un problema».

«Esto ya trasciende. Si Paz Esteban entrega pruebas de que hace tres o cuatro años ha habido una autorización judicial para pincharle el teléfono a 60 y pico personas porque eran independentistas pues es un problema», ha trasladado en una entrevista en Cadena Ser.

Rufián ha reclamado explicaciones a Esteban acerca de cómo es posible que el teléfono del presidente del Gobierno haya sido espiado. «Solo hay dos posibilidades, o Marruecos o el CNI, y creo que eso es lo que tiene que explicar la directora del CNI», ha señalado.

«La verdad es que tenemos una ventaja. Tenemos compañeros que han estado antes en esa comisión y nos avisan de que no se habla de nada, se habla de chascarrillos», ha apuntado sobre la Comisión de Gastos Reservados, al tiempo que ha asegurado que en cualquier «democracia plena» se investigaría en sede parlamentaria y en sede judicial.

En este sentido, ha hecho alusión a la comparecencia de la ministra Robles ayer en la Comisión de Defensa del Congreso y ha criticado sus «vetos» a las preguntas relacionadas con Pegasus.

Así, sobre las relaciones con el Ejecutivo, el portavoz de ERC en la Cámara Baja ha advertido de que «se equivocan si siguen estableciendo el marco de que esto va de lo que les sirve o no le sirve a ERC o a los independentistas».

Rufián no ha aclarado si este escándalo va a terminar con la legislatura ni tampoco si hay alguna alternativa para salvar y recuperar la confianza. «Se vuelven a equivocar si nos trasladan a nosotros la responsabilidad», ha añadido, a la par que ha avisado que lo que está pasando «no pone en riesgo la legislatura sino la democracia en este país». En esta clave, ha cargado contra las decisiones del PSOE dentro del Gobierno y de «gobernar en base al miedo».

Por último, el parlamentario ha confirmado que no va a entregar su teléfono para que sea revisado y analizado porque es «consciente» y forma parte de su «normalidad». «Me espían, me han espiado y me espiarán», ha zanjado.