El míster España juzgado este mañana por matar de varias puñaladas a su padre en un ataque psicótico ha aceptado ingresar durante 10 años en una cárcel penitenciaria y custodia familiar una vez sea excarcelado, han informado fuentes fiscales.
El joven modelo se ha sentado esta mañana en el banquillo de los acusados por acabar con la vida de su padre a puñaladas, un crimen del que su hermana manifestó en una carta que se trataba de «un accidente de amor» al sufrir el chico un trastorno mental.
El juicio se ha evitado tras alcanzar el abogado defensor un acuerdo con el fiscal, que solicitaba inicialmente quince años y seis meses de prisión y otros quince años de internamiento médico por delitos de asesinato, resistencia a agentes de la autoridad y lesiones.
El fiscal le aplica la eximente incompleta de actuar bajo anomalía o alteración psíquica, ya que cuando ocurrieron los hechos «tenía gravemente mermadas sus facultades intelectivas y volitivas».
Conforme al acuerdo, el acusado cumplirá 10 años de internamiento en un centro penitenciario psiquiátrico, cinco años de libertad vigilada una vez sea excarcelado y custodia a cargo de sus familiares.
El parricidio se produjo en un piso del distrito de Chamberí. El acusado obtuvo en 2017 el título de Míster España Pacific World. Fue detenido en el número 8 de la calle Gaztambide. En una carta posterior al crimen, su hermana manifestó que se produjo «un accidente, un accidente por amor».
Según el escrito de acusación, Vicente se encontraba sobre las 22:30 horas del 20 de junio de 2020 en una vivienda junto a su padre a quien de forma «sorpresiva» y «sin que su padre tuviera ocasión de defenderse», le clavó cinco cuchillos de la cocina «repetidamente» en diferentes partes del cuerpo.
El fiscal apunta que las heridas le causaron la muerte tras sufrir un shock hipovolémico por sección vascular vital y fracaso respiratorio por sección traqueal.
Cuando iba a ser detenido por la Policía, «con ánimo de obviar el principio de autoridad», golpeó a dos agentes que sufrieron heridas de diversa consideración. El acusado fue detenido el mismo día de los hechos y permanece en situación de prisión provisiona desde el 23 de junio de 2020.
En el momento de su arresto, según el fiscal, el acusado «tenía gravemente mermadas sus facultades intelectivas y volitivas como consecuencia de la patología que sufría, consistente en un trastorno bipolar de unos cinco años de evolución, con episodios de descompensación con síntomas psicóticos». En concepto de responsabilidad civil la Fiscalía reclama para el acusado 2.500 euros para los agentes que resultaron heridos.