El eurodiputado socialista y exministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, ha alertado este lunes de que la Constitución de 1978 «corre el riesgo de envejecer» sin ser modificada y sin pasar por tanto el «test de credibilidad de la democracia» que supondría su reforma, mientras que el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, se ha quejado de que no hay clima político para afrontar esa tarea necesaria.
En una jornada organizada en el Congreso por el Grupo Socialista, López Aguilar ha indicado que la Constitución «va camino de ser la de mayor raigambre, solidez y vigencia temporal» de la historia de España y que no sólo ha «madurado» sino que «corre el riesgo de envejecer» sin que se le haya permitido «obrar el examen de veracidad que toda Constitución democrática» de pasar, el de una reforma.
De hecho, ha señalado como el «gran desafío pendiente» esa modificación, resaltando que, además sería la primera vez que una Carta Magna española se cambia siguiendo el sistema contenido en la misma y no mediante golpes de Estado o asonadas.
A su juicio, con esa reforma pendiente, el texto aprobado en 1978 «demostraría que está madura» y que, de hecho se trata de una ley de leyes «viva» que «todavía no está acabada» y que contiene incluso «aspectos inéditos e ignotos y algunos mandatos que ni siquiera se han desarrollado».
Sin embargo, en otro momento de la jornada tanto el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, como el portavoz del PSOE, Héctor Gómez, han dejado claro que no se dan las condiciones para esa reforma, viendo que el cambio puntual del artículo 49 para sustituir el término «disminuido» por persona con discapacidad lleva más de un año en un cajón del Congreso.
HAY PARTIDOS QUE DESAFÍAN LA CONSTITUCIÓN: PP Y VOX
Para Héctor Gómez, el bloqueo de esa reforma puntual «no invita» para avanzar en una reforma más profunda de la Constitución, una revisión global que también ve necesaria. «El escenario es alarmante», ha reconocido.
A su juicio, la política de hoy «se ha convertido en un lodazal», con partidos que «desafían la Constitución, que no la respetan y que en la práctica intentan demolerla», pero no se refería a las formaciones independentistas, sino al PP y a Vox.
A los de Santiago Abascal les reprocha que «quieren suprimir el Estado de las Autonomías, pero se presentan en las elecciones autonómicas para desde allí demolerlo», mientras que a los ‘populares’ les afea su negativa a cumplir el mandato constitucional de renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
ESTADO JUDICIAL
De su lado, el también exministro de Justicia Juan Carlos Campo ha avisado de que el avance del denominado «Estado judicial» a costa del legislativo –aquel en el que son los tribunales los que hacen el Derecho y no los Parlamentos– puede «llevar a situaciones delirantes» y está creando un «efecto de desaliento» en la ciudadanía.
Según la tesis del ahora juez en la Audiencia Nacional, la ciudadanía está viendo que los dos poderes en los que había depositado su voto y que tienen que rendir cuentas no son los que hacen las leyes, sino que estas vienen determinadas por lo que deciden los tribunales.
«Si al final el contrapoder mayoritario es el Poder Judicial, son lógicos los deseos de detención y de ahí se entienden algunos bloqueos esperando mayorías mejores», ha añadido, en referencia a la negativa del PP a renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).