Más Madrid, PSOE y UP piden acabar con el «tabú» las dolencias de las mujeres y PP y Vox lo ven «cortina de humo»

Los grupos parlamentarios de Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos han apostado este martes por dejar de «convertir en tabú» las dolencias de las mujeres, en referencia al debate sobre la baja por menstruación, enmarcado en el proyecto de ley de salud sexual y reproductiva, mientras que PP y Vox lo ven como una «cortina de humo» del Gobierno de España.

En rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, la portavoz de Más Madrid, Mónica García, ha trasladado que no acaba de entender «por qué los derechos de las mujeres pueden suponer un perjuicio» cuando «es un asunto natural biológico». A su juicio, esa medida va a «beneficiar a oda la población».

A continuación, la portavoz de Unidas Podemos, Carolina Alonso, tampoco entiende la posición que penaliza el reconocer una dolencia que afecta a las mujeres y se convierte «en tabú». «Los problemas de las mujeres afectan a más de la mitad de la población española, con lo que ni minoritarias ni discriminatorias», ha sostenido.

El portavoz del PSOE, Juan Lobato, ha asegurado que siempre estarán con «los avances en los derechos y libertades» como este, por lo que no entiende y no le gusta «nada» escuchar a «los hombres opinando sobre cosas de las que no tienen ni idea».

Para el portavoz adjunto de Vox, Íñigo Henríquez de Luna, la nueva normativa del Gobierno central cree que «perjudica sobre todo a las mujeres» y se sienten «indignadas porque se podrían hacer medias de rebajas fiscales en productos de higiene femenina en vez de la baja que es algo que ya existe». «Es propaganda», ha criticado.

En cuanto al aborto, no entiende que un menor de 16 años «no pueda comprar alcohol, ni entrar en discotecas y para ir de excursión necesite autorización de los padres pero pueda tener una interrupción del aborto sin su consentimiento».

Por último, el portavoz del PP, Alfonso Serrano, ha dicho que no va a contribuir a participar en una «cortina de humo» que pretende centrar el debate y desviar la atención de los graves problemas que tiene el Gobierno central, por ejemplo, con el caso de los espionajes.