La Guardia Civil recibe las primeras 150 pistolas eléctricas y ahora ultima su protocolo de uso

La Guardia Civil ha recibido este miércoles las primeras 150 pistolas eléctricas tipo táser dotadas con videocámara y con un coste de 3.000 euros la unidad. Tras la recepción oficial en presencia de la directora general, María Gámez, las pistolas se someterán ahora a una serie de pruebas para evaluar su rendimiento operativo y definir los procedimientos de empleo.

Se trata de 150 dispositivos de efectos eléctricos incapacitantes de la marca AXON por un valor total de 450.000 euros, según especifica la Guardia Civil. El Centro de Adiestramientos Especiales formará y habilitará al personal de aquellas unidades a las que se va a distribuir este primer lote.

Las pistolas táser serán adjudicadas a las unidades que se enfrentan a las formas más peligrosas de delincuencia, por lo que, a partir de la experiencia de estos agentes, se procederá a extender su uso de manera progresiva.

La Guardia Civil ha indicado que este tipo de pistolas constituyen un nuevo medio que se integra en el esquema de intervención operativa que se implantó en 1998 «y se fundamenta en el uso gradual de la fuerza».

El equipamiento de estos nuevos dispositivos no letales incorpora un sistema de grabación de la actuación que permite documentar gráficamente las intervenciones en las que se utilicen para garantizar la seguridad jurídica de los guardias civiles en sus actuaciones.

El pasado 26 de abril, el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, garantizó en la Comisión de Interior del Congreso que no distribuirían pistolas eléctricas tipo táser sin su correspondiente cámara de grabación para supervisar su buen uso y evitar «daños innecesarios a los ciudadanos».

Pardo informó de que ya se habían entregado las primeras 150 pistolas táser a la Policía Nacional y que la Guardia Civil cuenta con la misma cifra de estos dispositivos, en ambos casos con cámaras de grabación.

El pasado 9 de mayo la Policía especificó que ya cuenta con los primero 85 agentes formados para portar en Madrid las pistolas eléctricas dentro de la Unidad de Prevención y Respuesta (UPR) y de otras encargadas de la prevención o restablecimiento del orden y la seguridad ciudadana.