A pesar de los intentos de la dictadura de Nicolás Maduro de lavarse la cara ante el mundo, promoviéndose como un gobierno democrático que respeta los derechos humanos e investiga los excesos cometidos por funcionarios de sus cuerpos de seguridad, el Instituto Casla presentó un nuevo informe en el que develan las tácticas de torturas que utilizan en Venezuela, basado en los testimonios de 55 víctimas, de entre 13 y 70 años que fueron sometidos a tratos crueles por parte de las autoridades venezolanas entre 2014 y 2017.
El evento estuvo a cargo de la abogada venezolana Tamara Suju y el expresidente español Felipe González. La jurista, describió que entre los mecanismos utilizados está la caja de muñecas, que consiste en encerrar a los prisioneros en un espacio reducido de 60 centímetros de ancho por dos metros de alto, durante varios días, donde las personas colapsaban por estar tanto tiempo de pie, sin poder sentarse en un área tan reducida.
Entre las víctimas hay 32 civiles y 18 militares, de los cuales 43 son hombres y 10 serían personas menores de 16 años. «Este informe tiene como objetivo sacar a la luz nuevos testimonios de víctimas de mecanismos de torturas que fueron planificados por quienes están en el poder y para demostrar la responsabilidad en la cadena de mando», expresó Suju.
Toda esta información forma parte de los expedientes que se han sustanciado contra el régimen venezolano para darle fuerza a las denuncias presentadas ante la Corte Penal Internacional.
En el informe, el Casla cuenta cómo los funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) instalaron un centro de tortura que es conocido como la cava, en una de sus sedes de Caracas, que consiste en un cuarto frío, donde suelen encerrar a los detenidos para lograr obtener información mediante actos de tortura.
Estas tácticas de agresión se suman a otros mecanismos que suelen utilizar, como: latigazos, el uso de sustancias irritantes que rocían sobre las víctimas, incluso cuando tienen heridas abiertas: el uso de armas de fuego que las introducen dentro de la bocha de los detenidos para jugar a la ruleta rusa y simular que los van a asesinar; simulaciones de fusilamiento y técnicas de arrastre, atados por manos y pies, por terrenos alejados en los que les hacían pensar a sus prisioneros que los iban a ejecutar.
Suju informó que manejan información de que todos los directivos de los organismos de seguridad del Estado se reunían una vez al mes, en la sede del DGCIM para hablar sobre el forjamiento de expedientes, la situación de malestar en el país, la situación de los presos políticos y la identificación de personas que les resultan de interés por su relevancia dentro de la política.
Otra de las denuncias sustentadas dentro del informe es la presencia de funcionarios del régimen cubano dentro de los cuerpos de seguridad del Estado venezolano, quienes, según el relato de las víctimas, también participan en las jornadas de tortura, con la intención de quebrantar la moral de los torturados, al verse acorralados por el poder, detentado en un funcionario de otro país.
Antes de finalizar la presentación, el ex presidente Felipe González ratificó su apoyo a la labor que desde el Casla realiza Suju, en la documentación de los casos de violación de derechos humanos. «Apoyo a Tamara, que es una mujer comprometida que solo busca demostrar cómo en Venezuela se han estado violando los derechos humanos (…) Esa es una estrategia del régimen venezolano», dijo el exmandatario.
González hizo referencia a los más de seis millones de venezolanos que han tenido que huir de su país, a consecuencia de la crisis política y social ocasionada por el chavismo, a propósito de los movimientos que desde el chavismo y de la oposición se están haciendo, de caras a las elecciones presidenciales que se celebrarán en ese país suramericano en 2024.
«Lo que se retrata en ese informe es apenas una pequeña parte del horror que llevamos viendo en Venezuela durante muchos años, y ahí están los más de seis millones de venezolanos que han huido de la miseria, del horror en el que vivían (…) Rusia ha logrado que desde Ucrania también salgan seis millones de personas, pero la diferencia es que en Venezuela no ha habido una guerra», precisó González.
Para finalizar, tanto la abogada venezolana como el expresidente español hicieron referencia a las intenciones del régimen de Nicolás Maduro de hacer lobby internacional para que Estados Unidos levante las sanciones contra su Gobierno, a lo que González respondió enfáticamente: «Solo le podemos decir que tenga una extraordinaria precaución el Gobierno de Joe Biden. Si levantan las sanciones que sea a cambio de unas elecciones democráticas y libres», sentenció el exmandatario.