jueves, 12 diciembre 2024

Un total de 30 casos confirmados de viruela del mono en la Comunidad de Madrid y 15 sospechosos

La Comunidad de Madrid registra este viernes un total de 30 casos confirmados de la viruela del mono o viruela símica en la región, mientras que otros 15 siguen en estudio como sospechosos, según han informado fuentes de la Consejería de Sanidad.

Así, en la región se han contabilizado 45 casos que cumplirían los parámetros de este virus, de los cuales en 30 casos se ha confirmado de manera preliminar como viruela del mono por prueba PCR, mientras que los 15 restantes están a la espera de secuenciación.

En concreto, los análisis que está llevando a cabo el Instituto de Salud Carlos III ha confirmado siete casos positivos por ‘monkeypox’ hasta la fecha en España. Además, otras 23 muestras han dado positivo a viruela no humana por prueba PCR y deberán secuenciarse para determinar qué tipo de viruela es, según ha informado el Ministerio de Carolina Darias.

El ISCIII está empleando métodos de detección molecular mediante PCR en tiempo real (tecnología múltiplex de amplio espectro), más secuenciación genética del fragmento amplificado para hacer confirmación al 100 por ciento. La PCR permite un diagnóstico diferencial de la familia de ortopoxvirus (hay 4 tipos), y luego la secuenciación permite determinar si es o no viruela del mono.

En la Comunidad, las autoridades madrileñas pusieron en marcha tras la detección de los posibles casos una estrategia de rastreo y vigilancia para detectar a los contactos estrechos de los primeros casos detectados. Así se ha podido determinar que uno de los focos del origen del virus está asociado a una sauna, con la que guardan relación la mayoría de los casos detectados.

Así, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha explicado que todo apunta a dos focos en origen. En general, la transmisión del ‘monkeypox’ es respiratoria, pero por las características de los casos sospechosos en la región, la transmisión apunta a ser por contacto con mucosas durante las relaciones sexuales.

El pasado 15 de mayo el Reino Unido lanzó una alerta sanitaria a la Organización Mundial de la Salud, de acuerdo al reglamento sanitario internacional, tras detectar los cuatro primeros casos en Europa. Mediante esta alerta, los técnicos de la Dirección General de Salud Pública informaron al sistema sanitario madrileño describiendo los síntomas, con lo que se pudo identificar a los ocho posibles primeros afectados que se reportaron este martes al Ministerio de Sanidad.

La mayoría de los casos registrados hasta ahora son de hombres que han tenido contacto sexual con otros hombres. El virus suele causar síntomas similares a los de la viruela, pero más leves, aunque algunos casos pueden ser graves.

Estos casos se producen después de que se hayan notificado recientemente varios brotes de viruela del mono en países en los que la enfermedad no es habitual como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Bélgica, Australia y Portugal. La viruela del mono se da en África Central y Occidental, a menudo cerca de las selvas tropicales, y se considera endémica en la República Democrática del Congo, donde se descubrió por primera vez en humanos en 1970.

SE VALORAN OPCIONES PARA ADQUIRIR VACUNAS

Este jueves, el Ministerio de Sanidad informó de que está valorando y analizando distintas opciones terapéuticas para tratar la viruela del mono, tales como antivirales y vacunas, en función de su viabilidad y efectividad.

En este sentido, la Dirección General de Salud Pública de la Consejería está a la espera del resultado de las pruebas de laboratorio y valorando el papel de la vacuna de la viruela para el control de la transmisión, así como el uso de antivirales de ser necesarios, en coordinación con la Agencia Española del Medicamento.

«Tiene que ser la vacuna que perfectamente esté indicada. La reserva de vacuna de viruela que tenemos es muy reactógena y probablemente no sea la más indicada en estos casos. En cualquier caso, hay que tomar la decisión desde la Agencia Española del Medicamento, en coordinación con las Comunidades Autónomas», explicó ayer el consejero.

En esta línea, resumió, «por un lado se valora la vacuna en el caso de que se pueda y por otro, tratamiento sintomático para aliviar» con antivirales. En concreto, el Gobierno regional apuesta ha reclamado al Ministerio de Sanidad la adquisición de la vacuna de la compañía danesa Bavarian Nordic conocida como Imvanex y autorizada en Europa para la viruela tradicional.

VIRUELA SÍSMICA

La viruela símica apareció por primera vez en los seres humanos en 1970 en la República Democrática del Congo (denominada en aquel entonces Zaire) en un niño de nueve años, en una región en la que la viruela se había erradicado en 1968.

Desde entonces, la mayoría de los casos notificados proceden de regiones rurales de la selva tropical de la cuenca del Congo y el África occidental, en particular de la República Democrática del Congo, donde se considera endémica. En 2017, Nigeria sufrió el mayor brote documentado, aproximadamente 40 años después de los últimos casos confirmados.

En la primavera de 2003 se confirmaron casos de viruela símica en los Estados Unidos, siendo la primera vez que se detectó la enfermedad fuera del continente africano. La mayoría de los pacientes había tenido un contacto estrecho con perros de la pradera domésticos que habían sido infectados por roedores africanos importados al país.

El periodo de incubación (intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) de la viruela símica suele ser de seis a 16 días, aunque puede variar entre cinco y 21 días. Además, suele ser una enfermedad autolimitada con síntomas que duran de 14 a 21 días. Los casos graves se producen con mayor frecuencia entre los niños y su evolución depende del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones.

Según la OMS, la tasa de letalidad ha variado mucho en las distintas epidemias, pero ha sido inferior al 10% en los eventos documentados. La mayoría de las defunciones se producen en los niños pequeños y, en general, los grupos de edad más jóvenes parecen ser más susceptibles, indica.