Ribera vende los cementerios nucleares a Francia al negarse a construirlos en España

Teresa Ribera se lleva los residuos de la energía nuclear a Francia. Actualmente, la nación ibérica cuenta con un único cementerio nuclear ubicado en Córdoba, que está llegando al límite de su capacidad, y aunque han intentado construir otro cementerio nuclear en otra comunidad autónoma no ha sido posible. Es por ello que España no ha tenido más remedio que gestionar parte de sus residuos en Francia durante décadas a pesar del coste millonario que esto supone.

España no ha tenido más remedio que gestionar parte de sus residuos en Francia a pesar del coste millonario que esto supone

Actualmente, España cuenta con cinco centrales nucleares que generan residuos y un solo cementerio nuclear. Es por ello que algunos de ellos han tenido que ser trasladados hasta Francia. Este es el caso de la central nuclear de VAndellós I que se clausuró y sus residuos fueron a parar a la planta de La Hague en Francia. Este transporte no salió gratis y es que la factura de lo que España paga a Francia por custodiar parte de sus residuos nucleares supera holgadamente los 500 millones de euros. Al traslado de esta basura radiactiva hay que sumarle el coste de las penalizaciones abonadas por Enresa (empresa encargada de gestionar los residuos nucleares en España) a la francesa Orano por custodiar ese material en su planta nuclear en La Hague.

En vez de que España se deshiciera de sus propios residuos nucleares, el Ejecutivo optó por reprocesar la basura nuclear de Vandellós I, José Cabrera y Santa María de Garoña en instalaciones de Francia y Reino Unido. Como resultado de dichas actividades, se obtuvieron residuos radiactivos de reproceso, que dependiendo de los contratos celebrados debían retornar o no a España. Actualmente, aún deben retornar algunos de estos residuos que yacen acondicionados en cápsulas y almacenados en Francia.

De este modo, el Ministerio para la Transición Ecológica liderado por Teresa Ribera ha sometido a información pública el Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos. MONCLOA.com ha tenido acceso a este borrador en el que explican que solo existe basura nuclear española en Orano (La Hague, Francia) generados como consecuencia del reproceso de la central nuclear Vandellós I. Devolver estos residuos o deshacerse de los mismos no será tarea fácil y supondrá un agujero importante para las arcas públicas.

EL ÚNICO CEMENTERIO NUCLEAR EN ESPAÑA

Los cementerios nucleares no son habituales en España. De hecho, el Ejecutivo nacional ha fracasado en sus intentos de crear nuevas plantas de este tipo por la geografía española. Muchas comunidades autónomas se han negado a albergar en sus territorios instalaciones de este tipo. Los recelos en cuanto a la energía nuclear y el miedo a los residuos radiactivos ha hecho que mucha población se posicione en contra de levantar cementerios nucleares en zonas cercanas a sus viviendas. Este es el caso del pueblo segoviano de Campo de San Pedro que rechazó albergar este cementerio nuclear. Los vecinos de la pequeña comarca segoviana se pusieron en pie de guerra contra los planes del Gobierno y la planta no vio la luz. «Que se lleven los residuos nucleares a Pekín», llegó a decir un vecino en una entrevista con TVE.

Si bien en Campo de San Pedro no prosperó, sí lo lleva haciendo durante años en el pueblo Cordobés de Hornachuelos. Creado en 1984 bajo mandato parlamentario, esta planta almacena residuos radiactivos de baja y media actividad que se generan en España. Popularmente conocido como El Cabril, esta instalación en el único cementerio nuclear que existe en España. Hasta ella llega basura energética generada en hospitales, centros de investigación, industrias y centrales nucleares.

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La gestión de este tipo de residuos no es nada fácil aunque se traten de aquellos de baja y media actividad. Los bultos recibidos en El Cabril se introducen en contenedores de hormigón. Cuando un contenedor llena su capacidad, se inmoviliza mediante mortero inyectado formando un bloque compacto que se introduce en la celda de almacenamiento. Esta celda es tapiada con una losa de hormigón armado que queda impermeabilizada y drenada. En este momento, se comienza la fase de vigilancia y control del emplazamiento, con una duración estimada de 300 años.

La basura energética lleva décadas llegando a El Cabril. Según datos oficiales, a 31 de diciembre de 2021, estaban llenas de residuos 22 de las 28 estructuras de almacenamiento, es decir, ya hay 35.524,85 m3 ocupados. Estas cifras dejan entrever que el único cementerio nuclear español está al 81,38 % de su capacidad, una cifra elevada que poco preocupa a Transición Ecológica ya que su objetivo es apagar el botón nuclear antes de que culmine la década.