El portavoz de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso, Gabriel Rufián, ha avisado al Gobierno de que tanto la posible reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès como una nueva convocatoria de la mesa de diálogo sobre Cataluña deberían ser citas con «contenido», porque las fotos son «accesorias».
Tras la crisis desatada por el espionaje a políticos independentistas, ERC reclamó una cita entre los dos presidentes y la reunión de la mesa de diálogo para tratar de reconducir la relación, algo a lo que Pedo Sánchez se mostró dispuesto.
Para Rufián, tanto esa reunión de los presidentes como la de la mesa bilateral «se podía haber hecho hace tiempo», pero lo que interesa es «el contenido y la agenda» de esos encuentros. «Sin contenido, las reuniones son accesorias», ha afirmado, subrayando que los equipos de Sánchez y Aragonès mantienen las líneas abiertas para tratar de encontrar una salida.
Y ha rechazado que esas citas puedan verse condicionadas a la campaña electoral de Andalucía: «El PSOE trata de responsabilizarnos de su voto en Jaén –ha bromeado–. Que cada uno asuma sus responsabilidades».
A su juicio, «se equivoca quien crea que el fracaso de la mesa es el fracaso de ERC o del independentismo», ya que en realidad sería un fracaso de la izquierda, que volvería a decepcionar: «Que se lo hagan mirar», ha advertido. En todo caso, Rufián ha vuelto a defender la utilidad de la vía del diálogo, que es «la ideología de los más». «Seguimos sentados esperando a que se sienten», ha apostillado.
LA CUP RECHAZA MÁS REUNIONES
De su lado, la diputada de la CUP, Mireia Vehí, ha señalado que «no tiene sentido» poner fecha a una reunión de un foro que «hasta ahora no ha servido para nada», máxime cuando, a su juicio, se ha «demostrado con creces que el PSOE» no está dispuesto a negociar «con honestidad», bien porque «miente a sus socios» y les espía con ‘Pegasus’ o bien porque no controla a determinados elementos de los servicios secretos o de seguridad.
Por ello, ha sugerido que esa mesa se deje de ser un foro de negociación «de partido a partido» y se convierta en un «espacio de negociación real». «No vale una mesa cerrada, necesitamos luz y taquígrafos», ha sentenciado.