El jefe de gabinete de Margarita Robles veta el ‘clipping’ de prensa a altos mandos militares

Es un tándem, pero el verdadero culpable es Juan José García de la Cruz, jefe de gabinete de Margarita Robles. Todas las mañanas, a primera hora, los asesores del gabinete de prensa del Ministerio de Defensa buscan las noticias que hablen sobre las Fuerzas Armadas, los altos cargos del ministerio y de la propia Robles. Las alertas de Google echan humo. Estas notas se agrupan en un ‘clipping’ de prensa y se envían a los mandos más destacados de Defensa. El problema es que «Juanjo», como le conocen sus amigos, ha tomado la decisión de ocultar parte de este famoso informe de noticias a determinados altos mandos de las Fuerzas Armadas. El porqué es un misterio, pero no quiere, por orden de la ministra, que determinados cargos militares se enteren de lo que ocurre en referencia a algunas cuestiones, especialmente las que tienen que ver con las quejas de la tropa.

Tal y como ha podido saber MONCLOA.com, el trabajo de Yolanda Rodríguez Vidales, directora de comunicación del Ministerio de Defensa, es supervisado con celo por Juan José García de la Cruz, el jefe de gabinete que la ministra. Una vez ha llegado la información a «Juanjo», éste decide a quién se la envía y a quién no. Lo curioso es que tal y como aseguran fuentes de Defensa, el director de gabinete de la ministra capa deliberadamente el clipping de prensa para algunos altos mandos de las Fuerzas Armadas. Quienes no reciben las noticias no lo saben, en su gran mayoría, pero a nivel interno la mano derecha de Robles ha decidido «ocultar» lo que pasa en el mundo militar a muchos altos cargos.

algunos directamente ni reciben el clipping de prensa del Ministerio de Defensa

Las labores de «Juanjo» no pasan desapercibidas para los que le rodean. Saben que su mayor logro profesional desde hace años ha sido el de «endulzar» el oído de la ministra y entienden que su ascenso a jefe de gabinete no ha venido acompañado de un mayor poder dentro del ministerio. Aún así, se siente con la libertad de capar el clipping de prensa a los suyos. El modus operandi del ministerio es simple: primero el departamento de comunicación prepara todas las noticias clave en un informe para posteriormente pasarla a supervisión de García de la Cruz. Una vez llega a éste, de ahí se reenvía en diferentes formatos a según qué personas. Los que gocen de la confianza de la ministra reciben el informe completo, los que no, tienen un informe capado y algunos directamente ni reciben el clipping de prensa del Ministerio de Defensa.

Las noticias que más acostumbran a capar son aquellas que tienen que ver con altos mandos militares o con las quejas de la tropa. Si sale cualquier exigencia en referencia a las Fuerzas Armadas, puede ser susceptible de que «Juanjo» la cape. Lo grave no es solo que se evite informar a según que altos mandos de según qué información, sino que el jefe de gabinete de Robles decida quién recibe la información y quién no. Fuentes de Defensa relatan esto como algo grave, pero a nadie sorprende que el jefe de gabinete tome decisiones de este tipo.

Esto responde a una actitud muy conocida de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Su obsesión por controlar todo lo que pase a su alrededor, así como por tener ojos y oídos en cualquier rincón de la administración pública es conocida por todos. De hecho, hay militares que ya han conseguido la estrella de «margaritos», aunque otros se resisten a los encantos de la magistrada. Estos últimos son los que han sido vetados por el jefe de gabinete de Defensa. Al final, quien controle la información es quien controla las críticas internas. Y Robles es una obsesa del control en este tipo de cuestiones. Sabe que los militares pueden revolverse y prefiere mantener la calma aislándoles de la prensa y de las noticias que hablen de ellos. Es una actitud casi «maternalista», según quienes conocen esta historia en Defensa.

ROBLES, EN EL PUNTO DE MIRA

Lo que no llevan tan bien en Moncloa y en Presidencia de Gobierno es que la ministra de Defensa, Margarita Robles, famosa por colocar gente afín en todas las dependencias de las altas instancias de la administración pública haya evidenciado que no tiene el control del Centro Nacional de Inteligencia. La polémica con los espionajes a líderes independentistas mediante el software espía Pegasus ha salpicado al Gobierno, pero el mayor conflicto interno lo ha evidenciado Félix Bolaños al desacreditar a Robles en público por su falta de mano dentro del CNI. La decisión del ministro de imponer controles internos en el Centro Nacional de Inteligencia ha llamado la atención en el seno del Gobierno por una razón: Robles ha quedado señalada.

Los «margaritos» trufan toda la administración pública. De hecho, Robles los busca hasta en las Fuerzas Armadas porque se ha convertido en una adicción para la ministra el tener colocados a los suyos en cualquier parte de las altas instituciones. El problema es que parece que hay una que se le resiste. El CNI no parece plegarse al control férreo de los ministros. Tanto es así, que desde Moncloa han dado la voz de alarma para que se implemente controles en el Centro para evitar que vuelvan a darse movimientos como las escuchas a los líderes independentistas a través del software Pegasus. The Citizen Lab ha sido el centro canadiense que ha revelado el espionaje catalán, pero las consecuencias no se han quedado en el plano judicial o periodístico. A nivel interno, Sánchez ha desacreditado a Robles por «perder el control» del CNI.