Urkullu apuesta por una UE de ‘Unión de Pueblos’

El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha abogado este lunes en Ajaccio por acercar y estrechar lazos entre «las realidades nacionales» de Euskadi y Córcega, y ha apostado por una Europa basada en la ‘Unión de los Pueblos’.

Urkullu, que ha comenzado este lunes su visita oficial de dos días a Córcega, ha participado en una reunión en el hemiciclo de la Asamblea de Córcega con una amplia representación de las distintas instituciones públicas y de la sociedad civil corsa. En el encuentro han participado representantes de los grupos de los grupos de la Asamblea de Córcega, miembros del Consejo Ejecutivo, y los alcaldes de Aiacciu, Corti y Bastia.

El Lehendakari ha expuesto, en su intervención, las líneas generales del autogobierno y del Concierto Económico de Euskadi. Al inicio de su discurso, Urkullu ha destacado «la complicidad emocional» que une a vascos y corsos, y que «supera la distancia física» que les separa.

«Compartimos el objetivo de seguir cimentando nuestros lazos de colaboración en el marco de una Europa que entendemos en su significado fundacional: una ‘Unión de los Pueblos’, centrada en mejorar el bienestar de todas las personas», ha añadido.

El presidente del Gobierno Vasco también ha recordado el Memorándum de Entendimiento Córcega/Euskadi, firmado el 13 de abril de 2021, motivado «por una visión compartida: el profundo sentido de identidad,asentado en nuestra historia, instituciones, lengua y cultura propias.

«Tenemos la determinación de acercar nuestras dos realidades nacionales, estrechar los lazos sociales, culturales, económicos e institucionales. Compartimos el deseo de favorecer la prioridad que nos mueve: contribuir a mejorar el bienestar y las oportunidades de la ciudadanía de nuestras dos Comunidades. Compartimos también el objetivo de fortalecer nuestras instituciones y participar en la construcción de una Europa más unida, abierta y plural», ha manifestado.

El Lehendakari ha recordado la pandemia de la covid-19, con «dramáticas consecuencias», y la «nueva crisis global» provocada por «la agresión unilateral e injustificada» de Rusia a Ucrania, dos crisis «globales» que se suman a la financiera de 2008.

«Son tres crisis globales consecutivas que han tenido consecuencias inusitadas en nuestra vida y convivencia, en la salud y el bienestar; en la actividad económica, educativa, cultural o social», ha subrayado.

A su juicio, desde el punto de vista de la acción exterior, se ha puesto de manifiesto «la necesidad de reforzar las instituciones internacionales y la respuesta común en el seno de Naciones Unidas y la Unión Europea». Iñigo Urkullu se ha referido al desafío existente entre «globalización» y «desglobalización», que «conduce a movilizar nuestras propias capacidades y ganar ‘autonomía estratégica'».