El Gobierno se niega a aumentar la ayuda al carburante para mantener los niveles de recaudación

El precio del combustible se ha «comido» las medidas tomadas por el Gobierno para paliar el alza del coste del carburante. El IPC ha vuelto a dar cifras desorbitadas marcando en mayo un 8,7%. La gasolina ya no baja de los dos euros y el Gobierno se queda sin ideas de cara a una campaña electoral que durará un año. El descuento de 20 céntimos por litro ya no alivia las carteras de los españoles y el Ejecutivo no sabe qué medidas tomará de cara al futuro para controlar el alza desbocada de los costes del combustible. Desde el Gobierno deslizan que quitar el descuento, dados los precios del carburante, no es una opción que se pueda contemplar pese a que, sobre el papel, finalice el próximo 30 de junio. Pero parece que, de momento, desde el equipo socialista no se plantean aumentar el descuento. De hecho, lo que deslizan fuentes del Ejecutivo es que se aplique exclusivamente a los profesionales del transporte. Pocas ideas para una situación insostenible.

Ver en el letrero electrónico de unas estaciones de servicio que la gasolina está a 1,80 euros el litro es un auténtico lujo que ya parece del pasado. Hasta es punto hemos llegado. El descuento de 0,20 euros es absolutamente insuficiente y el Gobierno no sabe qué hacer para contentar a los españoles. Mientras no haya quejas o protestas, mantendrán lo establecido. Pero que fuentes del Gobierno deslicen a MONCLOA.com que no se plantean bajo ningún concepto aumentar el descuento de cara al futuro deja un escenario más complejo. Solo la gasolina ha arrastrado el IPC a un 8,7% más este mayo. Unos datos que parece que se reflejarán de aquí a las elecciones. Lo que sí deslizan desde el Gobierno es que es probable que cuando esta medida desaparezca, se aplique exclusivamente a los profesionales del transporte. Pero si tienes que ir al trabajo en coche todos los días, prepara tu cartera.

hay muchas estaciones que han echado el cierre

Una de las razones por las que el Gobierno no se plantea aumentar el descuento a la gasolina tiene que ver con los compromisos con Europa y la recaudación. Hablamos de unos 20.000 millones de euros anuales en impuestos que siguen creciendo con el alza del precio del carburante. Son grandes beneficios que nadie se puede permitir el lujo de perder. El otro motivo que seduce al Gobierno es el no presionar a las estaciones de servicio dado que no pueden seguir adelantando el descuento del Ejecutivo. Hasta ahora, hay muchas estaciones que han echado el cierre y otras que no han cobrado la ayuda del Gobierno. Hay 11.600 aproximadamente de las cuales 7.000 han asegurado estar al borde del cierre. Se supone que este descuento se lo abona el Estado a las gasolineras, pero hasta ahora no parece que se haya hecho.

Con estos datos sobre la mesa, el Gobierno no sabe muy bien cómo abordar la situación. No puede levantar el descuento, tal y como detallan fuentes del propio Ejecutivo (concretamente del Ministerio de Transportes), porque corren el riesgo de que la campaña electoral quede empañada por los altos precios del carburante. Y tampoco pueden aumentar la ayuda porque les está siendo complicado abastecer los millones pertinentes para cubrir el adelanto que hacen las estaciones de servicio y porque supondría renunciar a un aumento de la recaudación clave para no disparar el objetivo de déficit.

Los datos de la inflación se mantienen estables desde hace meses. Un 8,7% impulsado por el precio de la gasolina deja en evidencia una realidad bastante incómoda para el Gobierno. Las previsiones internas del Ejecutivo apuntan a que el carburante se mantendrá de media por encima de los dos euros por mucho tiempo. Tanto es así que desde el Ejecutivo dan por hecho que tendrán que lidiar con altos porcentajes de inflación desde ahora hasta que se celebren las elecciones. La esperanza del equipo socialista es simple: que las ayudas europeas ayuden a paliar las consecuencias y a tapar con otros titulares los malos datos de la inflación.

Ni se subirán las ayudas ni bajarán los precios del carburante. Hay un ala del PSOE que cada vez apunta más a que Repsol y compañías similares como los culpables del alza de los precios. Este ala está muy apoyada por Unidas Podemos y consideran que han aprovechado la dependencia de los conductores europeos para «crujirles» entretanto se acerca la prohibición de la circulación de coches de combustión, que llegará en 2035. Este mismo ala, la más progresista del PSOE, entiende que dado que el barril de brendt ronde los 115 dólares la explicación a por qué ha subido tanto el precio del carburante tiene que ver con la decisión de las distribuidoras más que de la materia prima. Hasta ahora, el Gobierno ha decidido no entrar en los porqués, pero sí que hay una presión interna cada vez mayor por señalar a estas grandes compañías que han hecho récord de recaudación.