El trabajo de un coordinador general del Ayuntamiento de Madrid no tiene por qué acabar solo en la capital. Si tienes un extra de motivación, como es el caso de Federico Jiménez de Parga, número dos del concejal Borja Carabante, puedes llegar incluso a Cuenca. En el Consistorio están algo despistados. Algunos entienden que puede ser un exceso de motivación del del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad, otros que simplemente se lió un poco. Pero lo cierto es que Jiménez de Parga ha plasmado su firma (en calidad de coordinador general de Movilidad), con sello y todo, en unas alegaciones de Comisiones Obreras para evitar que se construyan unas vías del tren en unos pueblos de Cuenca. El porqué aún es un misterio.
Comisiones Obreras ha preparado unas alegaciones que han mandado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con el único objetivo de frenar la construcción de una red ferroviaria que atravesaría unos pueblos de Cuenca. Hasta ahí, todo normal. El problema es que ese documento que ha acabado en el despacho de Raquel Sánchez está firmado y sellado por Federico Jiménez de Parga, número dos del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad. El esperpento es de tal nivel que nadie comprende cómo es posible que Jiménez de Parga haya podido firmar algo así. La única explicación que tienen en el Ayuntamiento es que el número dos de Borja Carabante «no lee lo que firma». Pero ni él, ni nadie de su equipo, pues este documento no solo pasó por las manos de Jiménez de Parga. Hay otros culpables.
Nadie se explica en el Consistorio cómo este documento ha llegado tan lejos. Pese a que el número dos del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad se tirara a la piscina (ya fuera porque no se lo hubiera leído o porque su pasión oculta es la conservación de los pueblos de Cuenca), lo cierto es que hubo otro culpable que no fue capaz de ver lo que estaban firmando. El secretario general técnico del Área de Medio Ambiente, José María Vicent García, también dio el visto bueno a estas alegaciones de Comisiones Obreras contra las redes ferroviarias sin, previsiblemente, leerse lo que estaba pasando.
José María Vicent García es un viejo conocido de la casa. De hecho, es el autor jurídico de Madrid Central
José María Vicent García es un viejo conocido de la casa. De hecho, es el autor jurídico de Madrid Central. Lleva más tiempo en el Ayuntamiento que algunos muebles y ha sido capaz de sobrevivir a un gobierno de Manuela Carmena y ahora a uno de José Luis Martínez Almeida. Vicent García se mantuvo en el cargo por las bondades de Borja Carabante. El concejal no quiso quitar de su puesto a estos altos cargos, al igual que hicieron otros responsables de Área, por evitar mayores problemas. Sin embargo, no parece que la decisión haya sido la más acertada, dado cómo ha cubierto el fallo del número dos de Carabante, Jiménez de Parga. A esto hay que añadir que estos cargos que ha decidido mantener a flote Carabante han supuesto una resistencia interna y una erosión para el Ayuntamiento de Madrid, pues no hay que olvidar que uno de los puntos débiles del mandato de Almeida fue el faltar a su palabra y mantener Madrid Central.
BORJA CARABANTE MANTUVO A LA GUARDIA DE CARMENA
Quizás este tipo de errores y el mantener a este equipo de Carmena a flote ha empujado a Almeida a lanzar ese mensaje que tanto tensa en Ciudadanos y en Recupera Madrid. El alcalde se ha echado en brazos de Vox y ha asegurado que espera que sea su socio preferente, pero de momento los de Javier Ortega Smith han preferido mantenerse al margen de declaraciones o de posicionamientos.
Desde verano de 2021, el Ayuntamiento de Madrid pasa por horas bajas. Algunos culpan al presunto espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Otros directamente entienden que el alcalde no tomó decisiones acertadas en algunas cuestiones clave como fue Madrid Central, pero lo cierto es que estos pequeños fallos crispan más de la cuenta en el Ayuntamiento debido a que saben que no pasan por su mejor momento.