Con el aumento del cibercrimen, la publicidad digital invasiva y las restricciones de contenidos, más usuarios de internet continúan optando por navegar anónimamente (ocultar su dirección IP). O mejor, utilizan herramientas de seguridad en línea que no solo ocultan la IP, sino que encriptan el tráfico web para que sea totalmente privado para el usuario, oculto incluso al proveedor de servicios de internet (IPS).
Qué es la dirección IP
En la internet, el envío y recepción de datos ocurre a través de una dirección única, o identificador digital, conocida como dirección del protocolo de internet (IP). A través de la IP, los sitios en internet y tu IPS pueden reconocer tu dispositivo y en dónde se encuentra. Por ejemplo, si accedes al buscador de Google y pones «Restaurantes», es posible que los resultados que te aparezcan sean los más cercanos a tu ubicación, o en tu ciudad. Si bajas hasta el final de la página notarás que aparece tu ubicación al lado del mensaje «A través de tu dirección IP».
Riesgos de revelar la dirección IP
Así como Google, los sitios web reconocen la dirección IP de sus usuarios. Bajo el principio de buena fe, los sitios web utilizan esta información para ofrecer una buena experiencia en línea. En otras ocasiones, debes aceptar un uso de cookies que implica el rastreo de tus datos para la segmentación publicitaria, incluyendo el registro de tu dirección IP. Entonces te podría llegar publicidad específica cada vez que visites el sitio web (y luego, posiblemente, también en redes sociales) basada en tus datos sociodemográficos.
En otros casos todavía más agresivos, en especial en sitios web con políticas de privacidad dudosas, la IP es utilizada para relacionar tus hábitos y conductas en línea con tu ubicación; lo mismo para todos los usuarios que visitan el sitio web, con el fin de vender esta información a agentes publicitarios o servicios de espionaje. Esto da lugar a una filtración de datos masiva. Incluso es posible encontrar bancos de datos en sitios como la deep web, que son utilizados para dirigir ataques específicos como phishing o DDoS.
¿Ocultar la dirección IP es suficiente para protegerse en línea?
La respuesta corta: NO.
Puedes ocultar tu dirección IP a través de un servicio tipo proxy, por ejemplo, que se utiliza en ocasiones para acceder a contenido restringido geográficamente. Pero para proteger tus datos, un proxy no es suficiente.
Lo más recomendable es un utilizar una VPN, o red privada virtual. Al descargar una VPN, esta no solo oculta tu dirección IP, también cifra tu tráfico en línea, por lo que permanecerá oculto al sitio web, al proveedor de servicios de internet, y a cualquier malintencionado que intente acceder a tu computador aprovechando alguna vulnerabilidad en línea. La VPN, entre otras cosas, te puede proteger mientras accedes a internet desde wifi públicas.
Por otro lado, es necesario mantener buenas prácticas de ciberseguridad. Ejemplo, no registrarse en sitios web dudosos (al registrarte, «regalarás» tus datos, sin importar qué tan buena protección en línea tengas). Tampoco debes abrir enlaces dentro de correos electrónicos sospechosos o mensajes de texto que
